Política

Félix Bolaños

Se puede coincidir con Bolaños, de él se puede discrepar pero el político destacó siempre por el respeto a la Constitución

Apenas conozco a Félix Bolaños. Conversé con él en alguna ocasión y desde hace un par de años sigo con interés su actividad política y su habilidad para sobrevivir en la madriguera monclovita, empedrada de navajas cachicuernas.

Se trata de un político serio que se distingue por el talante moderador, el buen sentido y el espíritu de concordia y conciliación. Circula por el evanescente centro-izquierda y se puede coincidir con él o de él se puede discrepar. Pero nadie negará que se mantiene siempre dentro de las exigencias de la Constitución Española de 1978. Ha manifestado de forma clara y sin fisuras que está a favor del diálogo y la negociación pero que jamás sorteará el mandato constitucional sobre la unidad territorial de España.

Podemos no ha permitido a Pedro Sánchez hacer una verdadera crisis de Gobierno porque eso suponía enfrentarse con los podemitas y emborronar al menos a tres de los cinco ministros con los que Pablo Iglesias cuenta en el Gobierno. Pedro Sánchez, según han explicado muy bien Pablo Casado e Inés Arrimadas, se ha limitado a extender un maquillaje sobre el Gobierno para disimular algunas arrugas y procurar que los indultos concedidos no dominen el debate en la vida política española.

Sería absurdo negar el pan y la sal a Pedro Sánchez hasta el punto de desdeñar algún nombramiento acertado como el de Félix Bolaños. Seguramente el joven político no podrá hacer demasiadas cosas para despejar la estrangulación política que ahoga a Moncloa. Pero con él se abre alguna esperanza para mantener la estabilidad futura de España, resquebrajada hoy por tantas torpezas tenazmente acumuladas o la innecesaria mesa de negociación con el secesionismo catalán ha disminuido su agresiva amenaza con la aparición en primer plano del ministro Bolaños, si bien la crisis se encrespa en otro sitio.

Porque no le falta razón a Pablo Casado cuando afirma que el problema de nuestro país es Pedro Sánchez y la solución, las urnas.