Vacunas

«Vacunas»: un experimento global

«Inesperada y sorprendente» opinión, la declarada anteayer en el Congreso de los Diputados durante la comparecencia de un profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona. Sobre todo para quienes sólo aceptan la libertad de expresión, opinión y cátedra, cuando éstas se adecúan al dogma de lo política y científicamente correcto. El compareciente, Joan Ramón Laporte Rosselló, fue invitado a hablar ante la Comisión de investigación sobre «la gestión de las vacunas y el Plan de Vacunación», y podría ser calificado como «negacionista», o más concretamente «antivacunas» por la inquisición popular que ha generado la histeria y tensión acumuladas tras casi dos años de martilleo continuo acerca de los datos de la pandemia. El científico expresó una opinión desde su acreditada condición de farmacólogo: «Las llamadas vacunas Pfizer y Moderna, no son vacunas, son fármacos basados en una tecnología nunca usada en terapéutica hasta ahora, y menos en campañas masivas. De ahí que la vacunación masiva supuso un experimento global sin precedentes en la historia de la humanidad». El catedrático de farmacología continuó: «Hemos entrevistado y revisado hasta ahora, la historia clínica de tres participantes en ensayos clínicos. Uno, en el de Pfizer adultos, otro en el de Pfizer pediatría y otro en el de AstraZeneca, que habían padecido efectos adversos graves incapacitantes y que han sido literalmente desaparecidos –lo silabeó de forma destacada– de los informes de estos ensayos». Se podrá decir más alto, pero difícilmente más claro. Los diputados expresaron su asombro ante estas afirmaciones, sobre todo al tener en cuenta que comparecía invitado por el PSOE y Podemos, inquisidores habituales de los «antivacunas». La perplejidad llevó a estos grupos a reconocer «que no conocían cuál iba a ser su intervención» (sic), y manifestar que en cualquier caso no era un «antivacunas», lo cual también aclaró el ponente. No fueron éstas las únicas cosas que dijo que, como mínimo, deberían ser tomadas muy en serio, ya que podrían merecer ser analizadas por la fiscalía pues no es baladí afirmar que seríamos toda la humanidad, no sólo España, los que estaríamos siendo sometidos a un experimento global sin saberlo. Somos millones de conciudadanos en España los que hemos recibido dos «vacunas» de Pfizer y media de Moderna. Con ello se dispone del pasaporte Covid, que permite ejercer libremente derechos fundamentales recogidos en la Constitución, y que hasta ahora siempre habíamos disfrutado sin limitaciones. Nadie pidió formar parte de este experimento y muchos, por el contrario, no hemos sido «vacunados» libremente. Si el PP o Vox hubieran invitado a este ponente, imaginen lo que estaría sucediendo ahora.