Partido Popular

Chapuzas a domicilio

Cuando las cosas iban mejor, se empeñaron algunos en dilapidarlas. Encuestas de última hora ya están dando a Vox un nuevo subidón. Nadie podía pensar que una tragicomedia como ésta sería a coste cero. La ropa sucia se lava en casa, muchachos. Sánchez se ríe sin parar. Casado destruido, Ayuso dinamitada, el PP en la UCI. La derecha otra vez autoliquidada, como en tiempos de Fraga, de Suarez, de Rajoy. Dividiendo venceremos, proclaman en Moncloa. Y ahí andan ellos, tirándose el barro a la cara. Detectives Otilio. Carromeros a domicilio. Nadie dimite si no es culpable. Con el espía hablaron y le pidieron mierda de Hacienda para enlodar a Ayuso. Pero la declaración de IRPF solo la tiene la Montero. O la robas, y eso es delito, o te la da ella, que también lo es. Y luego las cifras, todas dispares. Casado que fueron 300 mil. Teo que 286. E Isabel que son exactamente 55.850, no por comisión alguna sino por un contrato. Se trataba de conseguir mascarillas en un momento en que no había mascarillas. Y era urgente porque se moría la gente, Sánchez no las traía y ese señor llevaba 14 –años– 14, trabajando para la Sanidad madrileña. Igual tenía que haberse ido al paro renunciando a trabajar. Igual. Como lo otro. Es que es una corrupta. Pero llevamos a la corrupta al mitin cierre de campaña en Valladolid. Y nos damos codazos por salir con ella al balcón el día de la victoria. Definitivamente Génova 13 está maldita. Hay allí demasiados fantasmas y goteras por todas partes. Conspiran cual mortadelos, investigan como Anacleto, y se dan de bruces al más puro estilo miope de rompetechos, ora votando a lo Casero, ora entregándole total «free» a Ferraz la llave de la Moncloa por otros cuatro años o más. Menuda tropa, que diría Mariano. Esos miles de personas gritando ayer en la calle tienen razón.