Pilar Llop

La aburrida sobreactuación en política

«Me sorprende que una magistrada necesite sobreactuar para criticar el pacto entre el PP y Vox en Castilla y León»

He de reconocer que hay aspectos de la política española que me aburren. Es verdad que no conozco en profundidad la de otros países, pero sí he vivido tiempos menos superficiales o he estudiado periodos anteriores aquí y en el exterior. Hay un abismo y esta definición no es una exageración. No es difícil constatar que las democracias tienen un grave problema con sus líderes. Es un síntoma de su declive. En el Reino Unido encontramos al pintoresco Boris Johnson; en Canadá está Trudeau, cuyo mérito más importante es ser hijo de sus icónicos padres; en Francia, Macron y Le Pen son la confirmación de la descomposición de la V República; en Italia se han buscado a un tecnócrata, porque los líderes de los partidos son impresentables; y en Estados Unidos hay que elegir entre dos personajes nefastos, aunque Biden ha demostrado que es la nulidad absoluta. Ni siquiera entrenándose conseguiría ser más torpe e incompetente. El caso español es bastante lamentable porque la política gira alrededor del frentismo más exagerado e irresponsable.

Nos hemos acostumbrado a los excesos verbales y a la sobreactuación. He de reconocer que me divierten las «alertas antifascistas» de la izquierda antisistema liderada por Podemos, porque es la constatación de que son unos ignorantes. Me hubiera gustado que los ministros socialistas fueran rigurosos y, especialmente, los que tienen una formación más sólida. Desde que conocí a Pilar Llop tuve una magnifica opinión, que no voy a cambiar por sus excesos retóricos, pero me sorprende que una magistrada necesite sobreactuar para criticar el pacto entre el PP y Vox en Castilla y León. Es cierto que a los votantes del centro derecha no les importa. Es difícil entender por qué este acuerdo es una mala o buena noticia. El criterio descalificador de la ministra se podría aplicar a que el PSOE y Podemos hayan formado una coalición para gobernar España. Está apoyada, además, por los independentistas y los herederos de ETA. No estoy de acuerdo con cosas que dicen o defienden los dirigentes de Vox, solo un necio o un ignorante puede estar en contra de todo, pero no he encontrado nada que merezca una reprobación legal. Es algo que sabe muy bien la magistrada Llop.