Medio Ambiente

Computación cuántica: el 2030 de la tecnología

Es habitual confundir la computación cuántica con una especie de computadora grande. No es así. En realidad se trata de un paradigma de computación basado en «cubits», completamente distinto a de la informática clásica. Ésta última se construye sobre «bits» de unos y ceros, pero sólo puede trabajar en un solo estado (el 1 o el 0), mientras que la cuántica permite estar simultáneamente en ambos estados. Es decir, puede estar a la vez tanto en el 1 como en el 0 o en el 0 y el 1, por lo que es infinitamente más rápida al realizar varias operaciones a la vez, según su número de cúbits. Eso permite en teoría resolver cualquier tipo de problema o enigma hasta ahora irresoluble, como el del tiempo, permitiendo viajar entre realidades o universos paralelos.

La clave está en que el mundo cuántico no funciona con partículas sino con electrones, nano-fracciones que se comportan como ondas y pueden multiplicarse por sí mismas al atravesar cualquier superficie, de manera que un objeto puede estar en varias posiciones al mismo tiempo. A ese estado se denomina «entrelanzamiento cuántico», que sucede cuando una nano-fracción, al atravesar una superficie, se duplica o triplica en otra u otras (100 por cien similares, pero con historias diferentes), de manera que lo que le sucede a una le sucede también a la otra, sin importar para nada la distancia que exista entre ellas. Es decir, pueden existir tanto partículas similares como seres o planetas o incluso universos paralelos. Lo que se denomina el Multiverso (diferente al Metaverso, que es la suma de una existencia digital). Circunstancias las anteriores que llevan a decir a algunos especialistas en computación cuántica, como Geordie Rose, que en no demasiado tiempo vamos a encontrar un planeta como la Tierra, con atmósfera, agua y gente allí como la de aquí, al que se podrá llegar viajando en el tiempo a través de portales cuánticos que permiten «entrelazar» mundos similares sin importar la distancia entre ellos.

Parece ciencia ficción, pero Rose no lo ve así. También era ciencia-ficción la TV, la radio, el móvil, el mail o el internet. De manera que mientras nosotros hablamos de política, de la guerra o de la pandemia, «algo enorme está sucediendo en un segundo plano, pues está viniendo un tsunami tecnológico que nos puede borrar a todos», en el umbral de la más grande revolución tecnológica que jamás haya sucedido, bajo el reinado de la Inteligencia Artificial (IA), que con la computación cuántica se dispara y perfecciona, «hasta superar a los humanos en apenas 15 años (o menos)».