Internacional

Altitud positiva

«A sus 82 años está a punto de subir a las 282 montañas Munro de Escocia»

Nick Gardner está a punto de conseguir su reto, el que se marcó cuando sufrió un duro golpe vital. A finales de 2019 diagnosticaron Alzheimer a su mujer. Todas sus costumbres y planes se desbarataron. «De repente necesitaba que la cuidasen», recuerda Gardner. Ingresaron a Janet en un centro especializado. Él estuvo a punto de caer en una depresión ante su ausencia y el drama que supone que tu pareja no te reconozca. «Yo necesitaba tener un enfoque diferente en la vida», así que Gardner, en 2020, se propuso escalar todas las montañas Munro, aquellas cimas de Escocia que miden más de 3.000 pies (914,4 metros). No son grandes alturas, pero el rudo clima escocés endurece las escaladas. Como referencia, la más alta, el Ben Nevis de 1.345 metros, requiere entre siete y nueve horas solo para subirla.

En su odisea, además de «hacer cumbre» decidió recaudar 12.000 euros para la organización benéfica Alzheimer Scotland. Así concienciaría sobre esta afección que es capaz de borrar los recuerdos y las personas más preciadas. Cada vez que se cruza con un senderista, Gardner le entrega su «tarjeta de visita» y le cuenta por qué está allí.

Este escocés de Gairloch me explica que lo peor de la enfermedad de su esposa es que «el Alzheimer destruye a la persona, pero no al cuerpo». Asimismo, destaca que en ocasiones, «los cuidadores no saben cómo tratar a los pacientes con demencia y cometen errores».

Gardner ascendió al primer Munro recién cumplidos los 80. En total, hay 282 montañas y, ahora a sus 82 años, ya ha escalado 278. Cada vez que logra hollar la cima confiesa que se siente «eufórico, emocionado». No se le quitan las ganas de seguir, al contrario. Se refuerza con la satisfacción de que ha recaudado ya más de 60.000 euros y que va a cumplir su objetivo en menos tiempo del estimado. Reconoce que le gusta tanto el montañismo y «estoy disfrutando del proceso de recaudación de fondos que seguiré escalando hasta que ocurra algo que me lo impida». Por eso, con más de 254.000 metros de altitud positiva en su mochila y 3.200 km en sus botas está a solo cuatro cumbres de cumplir su objetivo. Promete que, aunque no será tan intenso como hasta ahora, no parará.