Tamara Falcó

Las infidelidades (conocidas) nacionales más fascinantes

Los últimos en llegar a esta lista de desencuentros palpitantes, pueden escucharse en podcast, hablamos de Risto Mejide y su mujer, Laura Escanes, en proceso de separación

Es el asunto más fogoso de la temporada. Por encima de los presupuestos generales del Estado, de la subida de la cesta de la compra y de las ocurrencias de la Ministri. Este octubre los españoles tienen los ojos, corazones, entretelas y agenda mental, clavados en el caso Falcó-Onieva y en todo lo relativo a la fidelidad y sus opuestos, que, estarán conmigo, no son asuntos triviales en absoluto; y afectan, con idéntica fiereza, tanto a reyes como a narcotraficantes, a encofradoras, amos de casa, médicos, camioneras y jugadores de bridge.

Por eso, les ofrezco un divertido repaso por los engaños más caldosos de la historia patria. ¿Quién soy yo, queridos lectores, para sacarlos condescendientemente de sus ensoñaciones y sus cábalas? Al fin y al cabo, el tema de los cuernos, nos atañe a cuantos amamos o hemos amado alguna vez.

Para empezar, volemos a dos clanes Preysler y Falcó que tienen sobresaliente en la materia, ya que cuentan con algunas de las grandes historias de pasión y cornaduras (y la mejor difusión) del presente siglo y el anterior. Una de las más notorias, por encima de la ruptura por redes sociales de los cachorros Falcó-Onieva, sucedió en los ochenta, a través de cuatro personajes: Isabel, Carlos Falcó, Miguel Boyer y su mujer Elena Arnedo. El romance del político socialista con la madre de Tamara (hoy Isabel es la madre de Tamara, y no al revés) se convirtió en un problema de Estado, e involucró al mismísimo presidente Felipe Gonzalez, por la inestabilidad sentimental del hombre que conducía entonces la economía española.

Continuando con los hermanos Falcó, que en paz descansen, otro impacto romántico-financiero: Alberto Cortina, marido de Alicia Koplowitz, y Marta Chávarri, casada con el entonces Marqués de Cubas, Fernando Falcó, eran fotografiados saliendo de un hotel. Las fotografías, tomadas en Viena, confirmaban la historia de adulterio, por lo que Koplowitz hizo a su marido dimitir como administrador en Construcciones y Contratas. Por su parte, Chávarri, la It Girl del momento, renunció a la custodia de su único hijo para casarse con Cortina, que a su vez sufrió un perjuicio empresarial, dos hechos, que los precipitaron al aborrecimiento en pocos años. Es horrible, pero, como decía Stevenson, tarde o temprano todos nos sentaremos a un banquete de consecuencias. No obstante, hemos de buscar la felicidad y arriesgar, como lo hizo nuestro siguiente invitado.

El empresario Fernando Fernández Tapias, dejó a su mujer enamoradísimo de Mar Flores, que le era infiel. Dos años después de su ruptura se filtraron unas misteriosas fotografías en las que aparecía entre las sábanas con otro, Alessandro Lequio, cuando eran novios. El asunto movilizó a toda la prensa del momento y acabo con un ataque de pánico y/o intento de autolisis de la traviesa modelo en el Hospital de la Paz porque, entre otras calamidades, el escándalo reventaba su nueva relación, esta vez con el aristócrata Cayetano Martínez de Irujo.

Otro de los romances ilícitos más folclóricos y truculentos de nuestra piel de toro fue el que involucró a Isabel Pantoja y el entonces alcalde de Marbella, Julián Muñoz, cuando estaba casado con la madre de sus hijas, Mayte Zaldívar. El principio, nudo y desenlace de esta historia kitsch, marbellí, con bolsas de billetes, cadenas de oro, yacusis y cárcel para todos es de gran premio literario.

Y como vamos sentaditos en el Tren Al Andalus, llegamos a una historia no menos costumbrista donde torero, Enrique Ponce, casado con bella y virtuosa, Paloma Cuevas, se enamora de rubia, que podría ser su hija: Ana Soria. Ahora viven juntitos en Almería (los dos últimos) y parece que la doliente ex esposa se casará con Luis Miguel ¡cuando caliente el sol!

Hay mucho tomate y muy bueno en España; el caso Chenoa-Bisbal, chandal, coleta, ojeras, clínex, mocos, helado, discos de platino….; Agatha Ruiz de la Prada en burka firmando su divorcio y topándose después con el conchudo Chatarrero… El caso Merlos (de una ridiculez bellísima), Shakira y Piqué, con despedida musical superventas: “Te felicito”; los cuernos televisados y por entregas, para mayor comodidad del curioso: Adara Molinero y Hugo, Christofer y Fanny, esta última una estrella, una virtuosa, de la infidelidad.

Los últimos en llegar a esta lista de desencuentros palpitantes, pueden escucharse en podcast, hablamos de Risto Mejide y su mujer, Laura Escanes, en proceso de separación, porque según se dice, ella lleva una temporada con el youtuber Míster Jägger.