Día de la Hispanidad

La patrona

Un merecido homenaje, un sonoro aplauso, aprovechando el bello desfile del día de la patrona, a quienes luchan cada día para que nadie tenga que convivir con el dolor de perder a un ser querido por la violencia

El día de la Hispanidad, Fiesta Nacional Española y Día del Pilar, fue un gran momento para los que aman España y para los que respetamos y admiramos el trabajo de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, que también necesitan de vez en cuando, un empujoncito.

Un merecido homenaje, un sonoro aplauso, aprovechando el bello desfile del día de la patrona, a quienes luchan cada día para que nadie tenga que convivir con el dolor de perder a un ser querido por la violencia o sufrir en carne propia el impacto de la maldad. Son nuestros ángeles de la guarda. Quienes velan por la seguridad de los que no conocen y quizás jamás sabrán que su actuación les ha regalado otra oportunidad.

Poco se valora su labor. A veces, todo lo contrario. Son insultados, juzgados por hacer su trabajo. Pelean por la justicia y en algunos casos, la justicia les da la espalda. Algunos han sido acusados por delincuentes, ladrones, asesinos, quienes denuncian brutalidad o haber sido torturados, cuando a veces llega a demostrarse que existen autolesiones, pero no son pocos los agentes de seguridad, que han tenido que cumplir condena injustamente. Enfrentarse a bandas del crimen organizado que cuentan con mejores vehículos y armas más potentes, conlleva más peligro aún.

Por suerte se va avanzando, pero nunca está de más pedir que crezca el respeto, la autoridad y la consideración con nuestras fuerzas y cuerpos de seguridad, para que puedan seguir llevando a cabo su importante labor y para que podamos sentirnos cada vez más seguros.

El día de los españoles se tiñó de abucheos al presidente de España. Un país que entiende de diversidad, pluralidad, tan visitado y tan rico, quiere prosperar. Ojalá algún día, con los acuerdos, compromisos y pactos que hagan falta, podamos sentirnos todos orgullosos de nuestra bandera, asumamos diferencias, consigamos respetarnos y, sobre todo, rememos en una misma dirección.