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Canela fina | El pacto de Sánchez con los bilduetarras

«Los herederos de ETA, exultantes tras conseguir expulsar a la Guardia Civil de sus funciones de tráfico en Navarra»

El 22 de agosto de 1988, el ABC verdadero publicó la noticia del atentado que la banda terrorista ETA cometió el día anterior en Navarra. Fue en Estella, poco después de las siete de la mañana. El vehículo asesino, matrícula de Bilbao, acechaba en un paso cebra, cargado con 60 kilos de amonal y metralla de acero. Al acceso de la patrulla de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, la explosión ensordeció a los vecinos de la calle de la Inmaculada. Los criminales etarras acertaron y el bárbaro atentado despedazó a dos guardias civiles, alicantino el primero, salmantino el segundo, que prestaban servicio de seguridad en el tráfico de Navarra. Tenían poco más de 30 años. Se llamaban José Antonio Ferri, casado, con tres hijos de 3, 8 y 10 años; y Antonio Fernández Álvarez, casado, con dos hijos de 6 y 10 años.

La salvajada conmocionó a toda España y desencadenó una tormenta de indignación y dolor en Estella. La Guardia Civil permaneció impávida, firme en la defensa de la libertad y la integridad de los ciudadanos navarros, a pesar de los numerosos asesinatos sufridos en aquella autonomía.

Por el plato de lentejas de cinco escaños, Pedro Sánchez ha pactado, con el brazo político de ETA, la eliminación de la Agrupación de Tráfico y Seguridad Vial de la Guardia Civil en Navarra, función que asumirá la Policía Foral. Pedro Sánchez se hincó de rodillas ante el rebenque de Bildu, partido al que directa o indirectamente ha cubierto de dinero y concesiones con el fin de contar con los votos que necesita para permanecer en el poder y aprobar las leyes.

Los que no hemos tenido más remedio que seguir de cerca la actividad etarra en los últimos sesenta años sabemos que una de las exigencias del entorno de ETA se centraba en la expulsión de la Guardia Civil del País Vasco y de Navarra, así como en el control de las fronteras internacionales y de las competencias costeras. Gracias a Pedro Sánchez y a su ambición de poder, los herederos políticos de ETA ya han conseguido expulsar a la Guardia Civil de su admirable y eficaz trabajo en el control del tráfico y de la seguridad vial de Navarra.

Luis María Anson, de la Real Academia Española.