La actual Amnistía, propia de una autocracia

Leer el Auto del Tribunal Supremo por el que plantea una Cuestión de Constitucionalidad ante el Alto Tribunal encargado de resolverlo, pone de manifiesto la magnitud del atentado contra la Carta Magna que supone la ley de la actual Amnistía. Quien con objetividad quiera contrastarlo le es de especial interés hacerlo, por la cantidad de razones, - y bien argumentadas,- que se exponen a lo largo y ancho de sus densas 49 páginas. La razón de oportunidad de la iniciativa deriva de un recurso de casación interpuesto por Abdessabour Al Yoburi quien junto a otro fue condenado por el TSJ de Cataluña que confirmó la sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Girona castigando a ambos, como autores de un delito de desórdenes públicos agravados , a la pena de un año y seis meses de prisión.

Fue cometido con ocasión del Tsunami convocado tras el fallo del Tribunal Supremo en octubre de 2019, que condenó a los dirigentes del Procés que no se fugaron como hicieron Puigdemont y Marta Rovira entre otros. Los dos (presuntos separatistas catalanes) habían lanzado piedras o trozos de pavimento, reventado para este fin, contra el edificio de los Juzgados de Girona participando en una concentración de protesta del «Tsunami democratic». La representación del recurrente pide la casación de esa sentencia por entender que esa actuación queda incluida en la Ley de Amnistía por lo que, pese a considerar el TS unánimemente que no duda de la inconstitucionalidad de dicha ley por atentar entre otros, contra el principio de igualdad ante la ley, necesita del pronunciamiento del Tribunal Constitucional al respecto. El Auto del TS cita numerosos textos de magistrados, juristas y profesores de reconocido prestigio que ponen de manifiesto la «falacia de la justificación» como la denomina uno de ellos: «Digámoslo claro: la amnistía proyectada carece hoy por hoy de una justificación…» . Otra profesora afirma: «Es más, la desafección que la Exposición de Motivos dice querer corregir podría trasladarse a quienes se mantuvieron fieles a la legalidad confiando en la legalidad y en el Estado de Derecho». Por su parte, los argumentos que aporta el auto son demoledores en cuanto a las consecuencias para la democracia que significaría aceptar su cabida en la Carta Magna. Porque preciso es decirlo alto y claro: si esta amnistía Conde Pumpido la declara constitucional, cualquier gobierno en el futuro estará plenamente legitimado para amnistiar a quien quiera, por lo que quiera y cuando quiera, siempre que ello convenga a sus intereses. Eso es lisa y llanamente el fin a de nuestra democracia y su mutación en una autocracia.