Banderas

Cada cierto tiempo a un lumbrera se le ocurre prender la llama, y asistimos a un nuevo episodio de la Guerra de las Banderas. Unas veces es por puro desconocimiento, como cuando ponen el himno de Riego como himno de España en una competición deportiva, y otras veces son meras provocaciones. Una bandera legítima no está para quemarla, excluirla de ningún balcón o pisotearla , al igual que ningún himno está para que lo piten. Y tampoco está para que la incluyan en un listado de enseñas prohibidas junto con la del autodenominado Estado Islámico, como ha pasado con la ikurriña en Eurovisión. Equiparar la ikurriña con la bandera del Daesh es algo disparatado, es no tener ni idea de lo que se está hablando. El Gobierno vasco pidió que alguien explicara a Eurovisión que es la ikurriña y lo que representa. A veces, al resto de Europa le cuesta entender las cosas. No es de ahora. Incluso le costó entender que ETA era una banda terrorista que mataba inocentes, y no un movimiento social de liberación de un pueblo. La ignorancia siempre ha sido muy mala y peligrosa. La torpeza puede hacer mucho daño. Pero al final, se asienta la cordura.

Dicho esto, me hubiese gustado escuchar la misma indignación e idéntica reacción del lehendakari y del resto de partidos vascos que se han desgañitado, y con razón, ante la inclusión de la ikurriña en un listado de enseñas prohibidas, que con la presencia de Arnaldo Otegi en el Parlamento Europeo donde había víctimas del terrorismo etarra. Por supuesto, son cuestiones diferentes, no tienen ni punto de comparación: es mucho más grave que un condenado por la Audiencia Nacional a diez años de cárcel por ser dirigente de ETA y seguir las instrucciones de la banda para reconstruir Batasuna, aunque el Supremo rebajara la pena al descartar su condición de dirigente pero sí su integración en organización terrorista, comparezca ante las víctimas dando lecciones de paz. Siempre será más importante la vida de una sola persona que cualquier tela, por muy símbolo legal y constitucional que sea, como lo son todas las banderas de aquí y de allende los mares. Y teniendo eso claro, esperemos que este año quedemos mejor en Eurovisión.