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Julián Redondo

Hogueras

La Razón La Razón

Es 24 de junio, noche de San Juan, arde el deporte. Hay hogueras para todos los disgustos y, en contra de lo que sucede en fecha tan señalada en Alicante, el humo que desprenden atufa. Columnas de un humo negro, visible y desagradable como el del caucho, se elevan al cielo en busca de soluciones que no pueden llegar del más allá. Las palabras, chorros de gasolina de alto octanaje, encienden los rescoldos adrede, porque en este patio no se callan ni debajo del agua, y no hay bombero que domine la furia de la pira. Demasiados intereses e infinitos resquemores confluyen en el hogar. El fuego deja huella. Los Ramos (Sergio y René) corren el riesgo de prender como sarmientos si no son capaces de controlar un incendio con tantos frentes que se les ha ido de las manos. No lo dominan. Pedro Riesco habla en «Radio Marca» y abona la noticia del «AS» de que Sergio está buscando una salida inmediata del Madrid. Sigilosamente, como si le diera vergüenza reconocerlo, el ex futbolista que habita en la piel del intermediario –y es obvio que le viene grande– recuerda que le quedan dos años de contrato. Entonces, ¿por qué ese afán por salir zumbando? Euros, no hay otra explicación, ni cabe. Está escrito. El central se considera mal pagado en comparación con otros compañeros del equipo y ha puesto pies en pared. Aserto que no falla: entre el honor y el dinero, lo segundo es lo primero. Ramos no se siente valorado y exige la hijuela. Su entorno filtra, el otro también y el humo alcanza una altura que avista media Europa. Es la pretensión de los pirómanos, echados al monte. A un lado queda el rescoldo de Casillas y las volutas de David de Gea, que podría aterrizar en horas en la capital (está en Alicante) o... el 1 de julio porque al Madrid le saldría más barato, aseguran.

En medio de tantas idas y venidas, de viajes que no van a ninguna parte y de proyectos que terminan escaldados, la contradicción abunda, como las hogueras en esta noche señalada. Arde el fútbol femenino. Las internacionales de Quereda quieren echarle; «que se vaya», es la consigna. Bajo las ascuas crepitan acusaciones de rancio machismo y librillo caduco. La Selección femenina quiere reunirse con Villar y explicarle la situación. Ya hay una mediadora y los pasos para el encuentro están dados; aunque el resultado final sólo admite para ellas el «bye bye» del seleccionador. Fuego de mayores dimensiones aún es el que consume al tenis. Los jugadores y las jugadoras no quieren a Gala León, tampoco a José Luis Escañuela, que podría ser inhabilitado. En esta cancha, el viento aviva las llamas y es tal el interés de los tenistas por derretir a la capitana y al presidente que ya no buscan una salida pactada sino el fuego eterno, o casi, para ambos.

Cerca de Alicante, el Elche quiere volver a prender la flama en Primera. El Eibar no se mueve. La manguera es de la Liga.