César Lumbreras

Más hambre

La Razón
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Once de cada cien personas (tirando por lo bajo) pasa hambre en el mundo. Lo dijo ayer la ONU, que alertó sobre un repunte del hambre por primera vez desde el año 2003. La cifra absoluta es también escalofriante: más de 815 millones de habitantes del planeta, frente a 777 en 2015, sufren de hambre o de una alimentación casi nula o por debajo de lo que necesitaría. Los conflictos bélicos, declarados o larvados, y los fenómenos meteorológicos, desde la sequía hasta las inundaciones, cada vez más frecuentes y más intensas, sin olvidar los terremotos y otras catástrofes naturales, son los culpables principales de este repunte del hambre. Los datos están recogidos en el informe anual correspondiente en este caso a 2016, que han hecho público la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), UNICEF, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS). Otro dato más escalofriante si cabe: Unos 155 millones de niños menores de cinco años padecen desnutrición crónica, mientras que 52 millones sufren desnutrición aguda. La verdad es que se pueden establecer diferentes clasificaciones de los países. Una de ellas podría ser en función de su alimentación y los dividiría en dos grandes grupos. Por un lado, estarían aquellas naciones en las que el principal problema es el hambre o las diferentes formas de desnutrición en términos de cantidad; vamos que no tienen para comer y son los pobres, subdesarrollados o en vías de desarrollo. En el otro grupo (los desarrollados) el problema es justamente el contrario y consiste en dar con la forma de que sus habitantes, o por lo menos una parte, eliminen el sobrepeso al que han llegado, debido a comer en exceso o a la mala forma de alimentarse. Fiel reflejo de ello es lo que sucede estos días tras la vuelta de vacaciones en los que es fácil escuchar ese propósito que se repite un año tras otro: «Voy a ver cómo me quito los kilos de más que he cogido este varano». ¿Quién no ha oído o pronunciado esta frase alguna vez durante los últimos días?