Partidos Políticos

Pedro y el lobo

La Razón
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¿Quién dijo que los votantes del PSOE no se parecían a sus militantes? Pues los socialistas que condenaron a Pedro por un delito que no había cometido, todavía: pactar con todos, incluidos los dinamiteros de la España constitucional, para llegar a Moncloa. Así que luchando contra los elementos susanistas, convencidos u oportunistas, montó unas primarias con sus «soldados de fortuna» y llenó con sillas de tijera repletas de traseros convencidos. Luego las urnas. Los juglares del apocalipsis se han tragado su rosa y las espinas y desgarrados de entusiasmo proclaman que no hay cosa mejor que jugar al corro con Podemos. Ahí está Emiliano García-Pague diciendo que son chinas del río las ruedas de molino. Los conversos de sillón con vistas tienden irremediablemente a la exageración. Sánchez también está en eso, en el poder. Ha humillado a sus críticos y se ha montado un ejército de devotos para desarrollar su doble batalla. La primera es hacer masa con Podemos para en la escena final «matarlos a besos» y en paralelo trabajarse la «presidenciabilidad». El último CIS ha ido bien. Los barómetro de verano son etapas llanas del Tour, metas volantes que aplauden los de tu equipo y dan para un breve en la crónica general. Ojo que el CIS puede ser generador de «distopías» si no hay sherpas cerca con varias campañas a la espalda. El éxito nunca está en los sondeos sino en las decisiones. Aparece aquí la cuestión catalana. Pedro tendrá que decidir si va a accionar el botón nuclear. Su tercera vía, su discurso plurinacional con sabores da para poco en un momento en el que tendrá que jugarse su ser a una carta. Si sólo piensa en seguir con el trenzado de su «soga»para ahorcar al PP perderá. En el Parlamento con los Presupuestos aprobados sólo va a quedar el ruido de las PNLs y con las batucadas siempre gana Podemos. Nada más arrancar el curso llegará la revolución de octubre que colocará a cada cual en su lugar para mucho tiempo. Un mal paso dejaría cojos de argumentos a esos señores, esencialmente señores, que todavía suspiran en trago corto por jugar a los médicos y te hablan de las bondades de un gobierno de PSOE y Ciudadanos como elemento superador de las dinámicas de izquierda y derecha. En esos momentos es en los que hay que elegir ... o te pides otra o te marchas con viento fresco.