LFP

Real y Atético, sin perdón

La Razón
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L5 Perder

Cuatro horas de tenis. Cuando se trata de ver a Rafa Nadal, aguanto lo que me echen. Soy «fan» de Rafa. Rafa simboliza lo que hace vigoroso y honorable al hombre: no es fatuo, es pugnaz, es humanamente cercano y sencillo, su fe es la fe de quien cree en sí mismo y en todo lo que le hace digno y sabio. Nadal, además, es un jugador «suspense»: sufre y hace sufrir. Suya esta frase suya:

–Cuando pierdo, sufro por los que me ven y me quieren.

Avisó la víspera de su partido con el galo Lucas Pouille: «Es duro». No sólo duro. Pouille, ese casi desconocido de 22 años, exhibe ya valores técnicos y mentales. «He ahí una nueva estrella», auguró uno de los comentaristas de la televisión. «He hecho todo lo que he podido. Lucas también y, sencillamente, me ha podido». Le pudo en la «muerte súbita», tras el calvario de las cuatro horas y pico. El Abierto de Estados Unidos, por lo que leo, lamenta la eliminación de Nadal.

M6Catennacio

Cacarea alto y fuerte la selección de fútbol con Julen Lopetegui. Cuando le clavó el octavo gol a la tierna Liechtenstein, exclamé:

–¡Ocho goles! ¡Qué exceso!

Y pensé acto seguido en Pedro Sánchez, el jalifa del PSOE. Qué extrañas asociaciones nos cuece la mente. ¿A que sí?

El catenaccio de la novicia adversaria de España tiene la culpa. ¿Qué es en esencia y potencia el catenaccio? Una confesión táctica de inferioridad e impotencia.

–Como sé que soy inferior, como sé que no voy a poder ganarle, voy a obstruirle la victoria al adversario todo lo que pueda– piensa y expresa el catenaccio–. Y eso es lo que, tácticamente, está haciéndole Pedro Sánchez, no al PP de Rajoy, sino a España.

Como sostengo, desde hace años, en este dietario, el fútbol es otra forma –más generosa y decente– de hacer política.

X7Renunciar

Ángel María Villar, fútbol, elecciones. Ha renunciado Villar a la pelea por el sillón de la UEFA. Ha hecho bien (creo). La UEFA es un cisco y un circo de mercaderes.

–El fútbol, hoy, es el oro de los deportes: gracias a la televisión, es un «valor» de muchísimo dinero. Hay, sin embargo, quien desprecia ese dorado valor: «que la cosa del balón mueva tanto dinero»..., me refunfuña un intelectual podista.

La cosa del balón, ciertamente, mueve la montaña del «share», que es un primor.

Objetivo de Villar: volver y volver a ganar la presidencia de la Federación, en la que lleva 28 años. A la gente, por lo que sea, que no lo sé (bueno, algo sé), no le gusta que la gente dure en los cargos (aunque lo hagan muy bien) y que los presentadores y las presentadoras de las televisiones luzcan canas y arrugas.

–La televisión –me dijo una vez un productor– repudia la vejez. No da.

Villar sí da en el fútbol, todavía. Si no fuese así no sumaría a sus 28 años en la Federación, las vicepresidencias de la UEFA y la FIFA.

V9Castigo

Uno, como es periodista, tiene «amigos, conocidos y saludados» (Pla) hasta en el infierno de la UEFA, de la FIFA y del TAS. Pregunto a mi amigo experto y sabio en tiquismiquis jurídicos futboleros:

–¿Crees que el TAS le pitará orsay o penalti a la FIFA en el asunto de la sanción al Real Madrid y al Atlético por la contratación de jugadores menores de edad?

Qué experto y seguro mi amigo. Ni duda:

–No, no hará eso. El Real Madrid y el Atlético –mi amigo es cristiano– han pecado. Cabe, a lo sumo, una componenda misericordiosa.