Reyes Monforte

Resetear

Ala Justicia, como a casi todo en la vida, hay que resetearla cada cierto tiempo si queremos que sea justa, digna y destile sentido común, como se supone que debe ser. Otro cantar es que lo sea. Descubrir que muchos países europeos tienen en su legislación la prohibición a los homosexuales de donar sangre, a la mayoría nos ha resultado chocante. Luego te explican que el embrión de semejante prohibición está en los años en los que la irrupción letal del virus del VIH estremecía al mundo y la falta de información sobre la enfermedad agudizaba aún más la amenaza , y puedes empezar a entenderlo. El sentido común dictaba entonces más precaución que la mantenida a la hora de realizar las transfusiones, el mismo sentido común que hoy en día nos hace sorprendernos ante algo así.

Lo que se antoja más complicado es pensar que en países como Francia puedan no existir las técnicas de detección necesarias para garantizar un riesgo cero de contagio, no sólo del VIH sino de cualquier infección. Resulta absurdo preguntarle a un donante su condición sexual, cuando lo importante es que su sangre esté sana y sea apta para ser donada, independientemente de con quién se acueste. Y para comprobarlo, no vale un cuestionario personal y verbal sino un análisis serio y formal para garantizar que la donación es segura.

Lo bueno de este tipo de noticias es comprobar que nuestra capacidad de sorpresa está casi intacta a pesar de las barbaridades que descubrimos casi a diario. Y sobre todo que una noticia que a priori encierra una injusticia por una clara discriminación nos siga indignando. Al final, no va a estar todo perdido.