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Sin Perdón

El día de los liberados sindicales

«La paz social con los sindicatos está muy bien engrasada con los privilegios y los recursos que les regala el sanchismo»

Los sindicatos salieron a la calle el 1 de mayo acompañados de los ministros socialistas y comunistas, confirmando su exquisita independencia del poder político. La UGT, firmemente unida al sanchismo, y CC.OO., al decadente yolandismo de Sumar. Por supuesto, fue una manifestación minoritaria en apoyo del Gobierno, porque no podemos esperar que Pepe Álvarez y Unai Sordo muestren un atisbo de crítica contra Sánchez y sus políticas. Lo que se trataba era de ir contra el PP, la derecha, los empresarios, Ayuso y Martínez-Almeida. No hay nada mejor que tener unos sindicatos apesebrados para que estén al servicio de La Moncloa. No se olvidaron del diabólico Trump, que es la bestia negra de la izquierda mundial. Es una lástima que tengamos unos sindicatos que son correas de transmisión del PSOE y Sumar en lugar de cumplir su papel constitucional al servicio de los trabajadores y los desempleados, así como de la sociedad y la economía española. El lema de la manifestación era la habitual apropiación que hacen de los avances sociales bajo el título de «Proteger lo conquistado, ganar futuro».

Por supuesto, ninguna referencia a la corrupción que afecta a Sánchez, al Gobierno y a su partido. Es verdad que la paz social con los sindicatos está muy bien engrasada con los privilegios y los recursos que les regala el sanchismo. Al menos son gente agradecida. No voy a negar que Álvarez y Sordo me caen bien en lo personal, porque son gente educada a pesar de su fanático sectarismo. La celebración del día de los liberados sindicales se saldó con un nuevo fracaso, porque el superpuente en Madrid actúa como un factor desmotivador. Con la cantidad de liberados que hay en España, es bastante ofensivo que no acudan a trabajar en el día más señalado del año. He conocido sindicalistas ejemplares, tanto en las universidades como en las empresas, pero tengo la peor de las opiniones de unos sindicatos politizados que son la correa de transmisión de las arbitrariedades del inquilino de La Moncloa. Habrá que esperar a que cambie el Gobierno para que abandonen su estado de hibernación, aunque con el PP seguirán gozando de los chollos habituales. Lo único que cambiará es que atacarán al Gobierno y defenderán a la oposición.

Francisco Marhuenda. De la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España. Catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)