Insensateces

El dinero

Que se le haya rebajado la pena por entregar dinero no es culpa de la víctima. No lo pidió. Lo permite la ley, la justicia, la norma

A Dani Alves, con su vida de película, le han caído cuatro años y medio de cárcel por la violación de una chica en una discoteca de Barcelona. La Audiencia Provincial de la capital catalana considera probado que usó la violencia para agredirla sexualmente, pero le rebaja la pena por la reparación económica del daño. Le pagó por adelantado ciento cincuenta mil euros y, con eso, se supone que se le rebaja también el sufrimiento, la pena, el dolor, la vergüenza pasada, el miedo, y hasta las dudas que se han hecho públicas de su comportamiento, como si se hubiera merecido lo ocurrido. Yo imagino que hay gente que piensa (porque es Dani Alves) que cuatro años de cárcel son muchos. Si fuera cualquier fulano sin nombre famoso, ya les aseguro, nadie se iba a acordar del mengano. El caso es que le han caído cuatro años y medio de prisión y, como reparación, se queda rácana. La defensa de la víctima pedía doce años, y la Fiscalía nueve. Es verdad que hay agresiones similares que se saldan con cincuenta euros, como lo leen. Dani Alves, que lleva un año de prisión preventiva, puede que pueda pisar la calle pronto, porque va a pedir permiso. Permiso para regresar a su vida de ídolo del fútbol, rodeado de belleza y de copas en reservados. Ella, sin embargo, a pesar de haber podido demostrar que la forzó, que la ultrajó, que la maltrató, seguramente tendrá un sabor amargo. La sentencia no es firme, ojo. Se puede recurrir por ambas partes. Yo creo que la abogada de Alves no removerá la mierda, por si acaso, pero hay gente muy osada. Conocida la sentencia, lo que hay que decir es que es un triunfo que suena pequeño. La víctima se pensó muy y mucho denunciar por miedo a no ser creída. Y, al final, la han creído. No se respalda el atenuante de embriaguez que se sacó de la manga en el último minuto su defensa (y que hasta su mujer respaldó), y tampoco se le dan verosimilitud a las distintas versiones del acusado. Ahora bien: que se le haya rebajado la pena por entregar dinero no es culpa de la víctima. No lo pidió. Lo permite la ley, la justicia, la norma. No la culpemos de nuevo, joder.