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Sin Perdón

La diplomacia del culo de Trump

«Es otro déspota que considera que la democracia está a su servicio y que la separación de poderes es una chorrada»

No hay que ser un gran observador para suponer que Trump tiene un culo. Es algo habitual tanto en los seres humanos como en la mayor parte de animales. Como no soy zoólogo, prefiero no aventurarme en este terreno y asegurar que todos cuentan con un culo. Lo relevante es que sabemos que lo tiene en muy alta estima. Tras escucharle, creo que cuando concluya su existencia en la Tierra debería incorporarse a la colección del Smithsonian, que es la principal institución estadounidense dedicada a la investigación científica. No hay duda de que tendrá un papel relevante entre sus 157 millones de artículos, aunque no estoy seguro en cuál de sus museos, centros educativos o instituciones de investigación podría encajar. Una solución es que fuera rotando por todos ellos. «The Castle» (el Castillo), que es como se conoce a su edificio principal en Washington, tendrá un bien muy valioso.

La nueva diplomacia de «besar el culo» de Trump muestra su carácter soez y grosero. En este terreno no me sorprende, porque siempre he pensado que es un auténtico patán. Esto no significa que no sea un político inteligente y ventajista, aunque tiene una soberbia infinita y una inquietante falta de empatía. Es otro déspota que considera que la democracia está a su servicio y que la separación de poderes es una chorrada. Su política de matón de patio de colegio se traduce en esa idea de que los socios comerciales están ansiosos por negociar nuevas reglas comerciales y que por eso «les digo que estos países nos están llamando, besándome el culo». Hasta ahora conocía reglas de respeto religioso o político como besar la mano, un anillo, el codo, el hombro o incluso los pies, pero no recuerdo ningún caso en la Historia donde un déspota, tirano, dictador, reyezuelo, rey o emperador pretendiera que le besaran el culo. Es la nueva diplomacia trumpista y me preocupa que sus mejores amigos, como Santi Abascal, tengan que pasar por este trámite para conseguir sus favores. Tras sentirse satisfecho por sacar su culo a pasear, Trump ha aprobado una tregua parcial de 90 días en la guerra comercial. No sé si ha sido gracias a que le besuqueen simbólicamente esa parte de su anatomía o por la reacción de los mercados.

Francisco Marhuenda.De la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España. Catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)