Mar en calma

Educación

Educar es sacar lo que llevamos dentro, no programar personas para lo que al país le interesa

Se celebra en Alcantarilla el III Congreso Nacional de Convivencia Escolar y Social para favorecer algo tan esencial como es el bienestar emocional de la infancia y la adolescencia.

Educar es sacar lo que llevamos dentro, no programar personas para lo que al país le interesa. Hemos de sacar el potencial del nuevo ser humano, no dirigir, adoctrinar ni manipular. La educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo y el antídoto contra todos los miedos, las barreras mentales y las creencias limitantes. La falta de educación está asociada a trastornos de ansiedad, del estado de ánimo y a trastornos adaptativos. Si aparecen estas nefastas consecuencias en las personas que carecen de educación, imagínense el impacto en las sociedades, y a una mayor escala, en el mundo. La educación es capaz de hacer que mejore el mundo: si todos defendiéramos a las personas por encima de todo, si fuéramos humanistas, el mundo giraría más agradecido, sano y feliz.

Saber gestionar las emociones más primitivas es tan sencillo como no dejarse llevar por los impulsos y trasladar la furia de la ira que nace en las vísceras al cerebro, ahí se reflexiona, conseguimos serenarnos y en lugar de levantarnos en armas, comprobamos que se pueden resolver los conflictos de una manera pacífica y dialogante.

Una educación en valores, nos blinda para toda la vida, nos arma de recursos para no hundirnos ante las adversidades, pero también protege a la sociedad en general porque en una sociedad educada en la resiliencia, el perdón, la compasión y la generosidad, en definitiva, el amor, no caben acciones dañinas que algunos sufrimos.

Como afirma el doctor Luis Rojas Marcos, presente en dicho congreso, la adolescencia es una fase trascendental y difícil del desarrollo de los seres humanos. Promover el bienestar físico, psicológico y social de los adolescentes es una inversión muy rentable, pues les aporta beneficios inmediatos, cuando sean adultos y también a su descendencia.