Manifestaciones violentas

La crispación tiene claros responsables

Los graves incidentes ocurridos ayer en Gerona, donde grupos de encapuchados trataron de reventar un acto de conmemoración de los cuarenta años de la Constitución, que había sido convocado por una asociación civil y apoyado por PP y VOX, vienen precedidos de otros ataques y escraches llevados a cabo en Barcelona, Vitoria y Cádiz. Todos ellos tienen siempre a los mismos protagonistas: vándalos de la izquierda radical y de formaciones separatistas, dispuestos a impedir por medio de la intimidación, cuando no de la violencia, la libre expresión de ideas y convicciones que ellos no comparten. Con el agravante, como ayer en Gerona, de que los partidos políticos ideológicamente próximos a estos violentos no sólo justifican sus actuaciones, sino que echan la culpa a las propias víctimas –que, al parecer, provocan con su sola existencia– o a las Fuerzas de Seguridad, encargadas de proteger la libertad de todos. La acción totalitaria de estos grupos tiene claros responsables en unos políticos que les azuzan con sus declaraciones irresponsables y sectarias. Lo vimos en las peores épocas del terrorismo. El intento de unas minorías perfectamente definibles de acallar al discrepante, a quien no piensa igual.