Bildu

Los «verificadores» confiesan la burla

La comparecencia en la Audiencia Nacional de tres «verificadores» ha servido no sólo para certificar que el «desarme» de ETA fue una farsa, sino también una burla al sentido común y un insulto a las víctimas al confesar que los etarras se habían llevado las armas supuestamente selladas. Lo cual viene a demostrar que los «verificadores» están al servicio de la banda y se prestan a colaborar con sus objetivos propagandísticos, por lo que cobran a razón de 750 euros diarios. No es de recibo que el «lendakari» arrope a estos personajes indeseables.