Izquierda abertzale

Romper la ley del silencio en Alsasua

La Razón
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El juicio por la paliza a los guardias civiles y sus parejas en Alsasua deparó testimonios dispares. Los policías forales, que cumplieron con su deber entonces, no se apartaron de la verdad. El gerente del bar donde actuaron los matones y la camarera demostraron que el miedo es poderoso. Ambos dijeron al tribunal que no habían visto nada. Lo hicieron después de pintadas amenazantes y llamadas intimidatorias. La ley del silencio proetarra funciona todavía. A la libertad le quedan espacios por conquistar.