El trípode

La «empatizadora» comunista del cohete espacial

La ignominia ofusca las mentes, llevando a su vicepresidenta «comunista de los cohetes espaciales» a afirmar que aprendió de su padre residente en el exterior a «empatizar con los que viven fuera de nuestro país».

La factoría monclovita ya ha desarrollado la ingeniería del lenguaje al servicio de la estrategia del «príncipe de la mentira», para hacer creer que es inexistente la falta de respeto a la verdad y a la palabra dada, en la conducta habitual que caracteriza a Sánchez. Ya sea convirtiendo la falsedad, el engaño, el fraude, en definitiva, a la mentira, en simples «cambios de opinión». Ahora, ante la necesidad de aprobar una ley de amnistía a cambio de los 7 votos del prófugo de la Justicia en cuyas manos está el Gobierno de España por obra y gracia suya, el sanchismo ya ha redactado el guion del relato para intentar engañar a la gente diciendo que se trata de una medida para «favorecer la convivencia» en Cataluña. Así ya hablan de «generosidad», de «reencuentro», de «diálogo», y palabras similares para ocultar el término «amnistía», que no tiene cabida en una Constitución democrática como la española, y que resulta insultante conociendo lo sucedido y la carencia absoluta de arrepentimiento por parte de los golpistas. Quienes, por cierto, ya indultados han expresado reiteradamente su voluntad de «volverlo a hacer» tan pronto esté en su mano dicha posibilidad. En esas condiciones es un insulto a los españoles querer amnistiar todos los delitos cometidos contra el fundamento de la Constitución, –«la indisoluble unidad de la nación española»– para que Sánchez, derrotado en las urnas, pueda ver satisfecho su deseo de seguir en el poder.

La ignominia ofusca las mentes, llevando a su vicepresidenta «comunista de los cohetes espaciales» a afirmar que aprendió de su padre residente en el exterior a «empatizar con los que viven fuera de nuestro país». Explicación convincente para que quede claro que no fue a Bruselas a rendir pleitesía a Puigdemont para suplicarle sus 7 votos, sino que fue movida por solidaridad y cercanía hacia una persona forzada a vivir exiliado y ausente de su país por defender sus convicciones. Ante tal expresión de misericordia y caridad por su parte, no hay palabras suficientes para expresar la admiración que provoca tal gesto, humanitario y pleno de dignidad, al alcance de muy pocas personas. Ella, Yolanda Díaz que ha convertido a 400.000 parados en «fijos discontinuos», y a los enfermos en «sanos discontinuos», ya ha bautizado como «acontecimientos» a los sucesos ocurridos en Cataluña desde enero de 2013 cuando Artur Mas, president de la Generalitat, compareció en el Parlament para enfatizar que ponía la Generalitat en «rumbo de colisión con el Estado». El rumbo que llevó de las leyes de desconexión con España (y el sentido común), hasta la DUI. Simples «acontecimientos».