Sin Perdón

Con Israel o contra Israel

«La única solución es apoyar la democracia y acabar con Hamás»

No hay un término medio, porque la equidistancia es cobardía y favorecer a los criminales del grupo Hamás. Es apoyar a la dictadura teocrática de Irán en su odio contra el pueblo de Israel. Hay un agredido que es Israel y un agresor que son los terroristas palestinos y sus aliados. El primero es una democracia impecable mientras que los otros son defensores de modelos totalitarios y nunca han respetado los derechos humanos. Todos queremos la paz, excepto Hamás y los países que le apoyan como Rusia o Irán. El empalagoso e inconsistente buenismo sanchista se sitúa, una vez más, en el lado equivocado de la Historia. Es cierto que su simpatía está con los regímenes autoritarios y los populismos comunistas de Iberoamérica, pero su descarada antipatía hacia Israel es inquietante. Una vez más se esconde, como hace Borrell, en un apoyo a la paz que significa estar del lado palestino. El antisemitismo militante ha sido algo muy habitual, desgraciadamente, en la Historia de España. En el caso de la izquierda es, todavía, más descarado. No hay más que escuchar las palabras de su socia Yolanda Díaz.

El ataque brutal de Irán con trescientos cincuenta drones y misiles fue un enorme fracaso gracias a la eficacia de la defensa israelí. Es un error y una muestra de ignorancia creer que era el resultado que esperaban los ayatolás. Los cobardes líderes europeos y Biden, que ya lo demostró con su huida de Afganistán, se sitúan en esa equidistancia de condenar el ataque, pero pedir una respuesta diplomática que solo puede provocar carcajadas en el régimen iraní. La guerra de Ucrania ha confirmado, desgraciadamente, la debilidad de Estados Unidos, la OTAN y la Unión Europea. A estas alturas es evidente la derrota ucraniana y la victoria de Putin, algo muy triste pero más que previsible. El autócrata ruso ha tenido casualmente, dicho irónicamente, la inestimable ayuda de Hamás que está patrocinado y controlado por los iraníes. Los terroristas palestinos no hacen nada sin su autorización. Por tanto, dar la espalda a Israel, como quiere Sánchez, reconociendo un estado palestino que estaría dominado por la corrupción, el odio y las redes criminales, es ayudar a Putin y los regímenes totalitarios. La única solución es apoyar la democracia y acabar con Hamás.

Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE).