Aunque moleste
Mejor Tamames que Tito Berni
Le llaman ultraderechista, pero pocos como él pueden decir que pisaron hasta dos veces las cárceles de Franco
Ha salido la canalla política en tropel contra Tamames por atreverse a encabezar una moción contra Sánchez. Cierto que la operación no va a ninguna parte, y que mejor no haberla presentado, pues está llamada al fracaso, como bien dice Feijóo. Pero dado que es ya una realidad, no procede ahora atacar a don Ramón como si fuese un ultraderechista peligroso que quiere destruir España. Tamames no pertenece a Vox, ni está en ningún partido ni en ninguna estrategia partidaria. Lo cómodo para él, a sus casi 90 años, hubiera sido decir «no-gracias» y seguir en su mundo de libros. Pero la realidad del país le lleva a salir de su confort para someterse a la bandada de improperios que le va a caer, le está cayendo ya, desde la izquierda, la derecha y el quintacolumnismo. No podía ser de otra manera, por lo demás. Dirán que se ha convertido en un agente del fascismo, pero la realidad es que a Tamames sólo le mueve denunciar la situación a que está llevando el país el actual gobierno social-podemita. Remover conciencias, poner en claro que las cifras de la economía no son las que pintan, dirigirse a los diputados socialistas que votan con la nariz tapada la rebaja de la malversación, la eliminación de la sedición, las concesiones al independentismo, la disminución de penas a los violadores y el despropósito de la ley trans. O la corrupción, por supuesto. Los comportamientos deshonestos forman parte del ADN del PSOE, de esa historia interminable de filesas, malesas, juanguerras, roldanes, fondos reservados, comisiones del Ave, maletines de Ollero, el fraude del BOE o Ibercorp, Intelhorce, Fundescoop y por supuesto los 680 millones de los ERE, la mayor estafa de la democracia. Y ahora la guinda de Tito Berni, con su aureola de untes a cambio de favores para empresarios. Ex diputado socialista hasta hace días, su foto junto a Sánchez es para enmarcar. Dice Ayuso que «va a hacer caer a este gobierno». Quizás por eso «nadie» le conoce hoy en el partido. La trama habría pagado una comilona a quince diputados socialistas, según denuncia a OK el mediador, pero ninguno de ellos recuerda nada, ni de comidas ni de fiestas con coca y putiferios. Lo mismo decían los de los ERE. Sólo saben que van a votar una ley para erradicar la prostitución de España. Gran idea. Algo así como la de los violadores. Cuentan las crónicas que Tito ha recibido 60 mil euros para su propia quesería. Él lo niega. Seguro que, en cualquier caso, no eran next generation. En esa hipótesis tendría que intervenir Monica Hohlmeier, y solo faltaba. La alemana pone de los nervios a nuestro líder. Tamames también. Le citó con extensión hasta en tres ocasiones en su tesis, tildada de «fake» por algunos, errata incluida. Además, el nonagenario catedrático es autor de una frase que les irrita sobremanera: «PSOE, cien años de honradez y 40 de vacaciones» (con Franco). Claro, pocos como él pueden decir que pisaron hasta dos veces las cárceles del dictador, primero en 1956 y más tarde en el 76. Pese a lo cual no está por profanar tumbas ni por pasar a la historia por haber desenterrado a Franco. Cuánto que aprender del profesor.
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