Sin Perdón

Necesitamos un CGPJ independiente

«Ahora sabemos por qué Sánchez quería una persona de su absoluta confianza para controlar el Tribunal Constitucional»

En realidad, la renovación del CGPJ es un tema relativamente sencillo, porque hay numerosos juristas independientes que podrían formar parte de este órgano constitucional. El problema es que no serían del agrado de la izquierda política y mediática. En este caso me refiero expresamente a la izquierda, porque ha demostrado que acepta, con un fervor inusitado, las mentiras y las manipulaciones alrededor del Poder Judicial. La lista es enorme, pero me centraré en la elección como Fiscal General del Estado de una diputada del PSOE y exministra. No parece que fuera una persona que pudiera actuar con imparcialidad. El constituyente incluyó el Ministerio Fiscal y su máximo responsable, el Fiscal General del Estado, dentro del Título VI del Poder Judicial y no en el IV Del Gobierno y la Administración. La utilización masiva de decretos leyes o proposiciones de ley muestra la firme voluntad de Sánchez de usar la excepcionalidad en lugar de la normalidad en el procedimiento legislativo. Esto le permite sortear la obligatoriedad de incluir los informes preceptivos, como exigen los proyectos de ley, e impide la participación de la oposición. La escandalosa tramitación de la proposición de ley de amnistía, tanto en el fondo como en la forma, es insólita en cualquier democracia, porque los delincuentes marcan los cambios para alcanzar la impunidad ante la Justicia. La izquierda apoya y aplaude las mentiras, pero la realidad es que la amnistía es inconstitucional. Ahora sabemos por qué Sánchez quería una persona de su absoluta confianza para controlar el Tribunal Constitucional. Es algo que no hubiera sucedido con magistrados o catedráticos de sensibilidad de izquierdas o progresistas, pero incapaces de aceptar un papel impropio de un jurista. La degradación del supremo interprete de la Constitución se consagra colocando a un exministro o a una asesora de La Moncloa sin una trayectoria académica que avalara su designación. Todos sabemos qué significa ser un jurista de reconocida competencia. El CGPJ es la pieza que falta para acabar con la separación de poderes. Por ello, es muy importante garantizar su independencia e impedir que el Supremo se llene de magistrados al servicio de la izquierda radical y los independentistas.

Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)