El trípode

Paz en Gaza: ahora guerra por el aborto

Se estima que de los casi 5000 especialistas en la materia, apenas hay unos 150 partidarios de la práctica del aborto, es decir, que lo lógico sería hacer pública la lista de esa minoría

Dos noticias, una nacional y otra internacional, acaparan la atención de la opinión pública y publicada. La mundial es la NO concesión del Premio Nobel de la Paz a Donald Trump, si bien hay que decir que la ganadora es digna del galardón. Es una mujer firme opositora de Maduro y su dictadura narcopolítica, apostando por una transición pacífica a la democracia, para lo que arriesga incluso su vida en ello. Si en un primer momento pareciera que Sánchez se habría alegrado ampliamente de esa no concesión del Nobel a su denostado líder de la «multinacional ultraderechista», en un inmediato postrer instante «su gozo habrá caído en un pozo», al recaer en María Corina Machado. Ya que su embajador internacional plenipotenciario y él son grandes amigos del progresista narcodictador venezolano y su vicepresidenta Delcy. Ciertamente, Trump no ha hecho menos méritos para obtenerlo que Yaser Arafat, el líder de la OLP, que consiguió ese premio en 1994, ya que de momento él ha conseguido que se haya abierto una puerta a la paz en Gaza, aunque tendrá más oportunidades de conseguirlo en los tres años que le restan de mandato. Y por supuesto, de manera muy especial, si esta esperanza en Gaza se consolida en el tiempo. Sin olvidar además que tiene una gran oportunidad que significa un gran reto para él: conseguir algo similar en Ucrania, mediando con Putin.

En cuanto al ámbito nacional, es noticia la polémica política en relación al aborto, que Sánchez quiere utilizar tras acabársele la utilización del «genocidio» de Gaza. La lista oficial de los especialistas médicos que se oponen a la práctica del aborto en la sanidad pública es consecuencia de un auténtico tiro en el pie del PP, que abrió involuntariamente esta polémica aprovechada por el sanchismo. Ahora Sánchez quiere enfrentar a Feijóo con Ayuso, que se opone a cumplir esa exigencia, mientras Feijóo se remite a la ley, que representa colocar una estrella de David en la bata blanca sanitaria. Se estima que de los casi 5000 especialistas en la materia, apenas hay unos 150 partidarios de la práctica del aborto, es decir, que lo lógico sería hacer pública la lista de esa minoría y actuar en consecuencia para que a quien lo desee se le pueda practicar conforme a la ley. Pero un partido humanista no puede apoyar esa práctica, que en España significa quitar la vida a unas 100.000 criaturas concebidas y no nacidas cada año. Y cuando, para evitar un embarazo, existen otras maneras de conseguirlo, salvo en caso de violación. Y el progresista Pablo Iglesias ha reaccionado contra Ayuso: «¡Ponerle esposas y a la cárcel!».