Letras líquidas

Políticas, políticos y viceversa

Una vez superadas las injustas barreras de acceso a los puestos de responsabilidad, las diferencias entre unas y otros, y entre otros y unas, quizá, no sean tantas

Aún no está claro si el pasado fin de semana asistimos a un capítulo de un programa de monólogos de humor o a un episodio de una serie centrada en las intrigas de la guerra de los sexos. Ciñéndonos a los hechos, lo que ocurrió fue que, en el fragor de un acto de partido (sobre los peligros de los excesos político-emocionales ya tendremos tiempo de comentar, que nos vienen ya varias campañas), decía que, en la intensidad de una convención socialista, la vicepresidenta del Gobierno María Jesús Montero se refirió al portavoz del PP en el Congreso Miguel Tellado como «el de las gafas y el que tiene menos pelo». Y, a partir de ahí, se precipitó, cosa de la era digital, una catarata de reacciones. Las más evidentes apuntaban a lo inadecuado de referirse al aspecto físico del prójimo, que ya desde pequeños nos enseñan el valor de los prudentes silencios. Pero, más allá, el chascarrillo, la ocurrencia o la descripción, que cada cual elija su versión, encerraba, también, otra crítica que fue argumentada por el aludido: «¿Qué pasaría si esto se le dijera a una diputada?».

Y con esa pregunta entramos de lleno en la siempre delicada derivada de género que viene a acentuar todos los desequilibrios que aún nos rodean y el escrutinio estético al que las mujeres, especialmente, están sometidas por serlo. La organización «GWL Voices», formada por unas 70 mujeres líderes mundiales, acaba de presentar un informe en el que, tras analizar los órganos directivos de las 54 organizaciones internacionales más importantes, concluye que tan solo un 31 por ciento están encabezadas por mujeres y que, desde 1945, ellas solo han estado al frente un 13 por ciento del tiempo. Un recordatorio de lo mucho pendiente todavía en igualdad y que, conectado con comentarios de descripciones capilares, demuestran que, una vez superadas las injustas barreras de acceso a los puestos de responsabilidad, las diferencias entre unas y otros, y entre otros y unas, quizá, no sean tantas.