Aunque moleste
A por lo que queda
Junqueras se lleva la Agencia Tributaria y Pradales la Seguridad Social
Lo dijo Rufián con claridad, al llamar a la izquierda a «aprovechar el tiempo que quede» de legislatura. En eso están. Lo primero, ayer, cobrándose el apoyo a la investidura de Illa con una financiación catalana que llaman «singular, federal y generalizable». De singular no tiene nada, pues es una copia del cupo vasco-navarro, con el añadido de la «cuota de solidaridad». De federal, menos. Ni estamos en un estado federal, ni se puede considerar federal lo que es singular. En las federaciones las competencias son iguales para los federados, cosa que aquí no sucede. Estaríamos, en su caso, ante una financiación confederal, que por eso mismo no puede ser generalizable. Lo que piden los independentistas es el cuponazo: el cupo vasco travestido de catalán, que significará que la Agencia Tributaria Catalana cobre la totalidad de los impuestos que se recauden en aquella Comunidad. Si se generaliza, como dicen, todas las autonomías tendrán su cupo y su propia fiscalidad, lo que supondrá un atentado a la solidaridad, en la medida en que ninguna región, salvo Madrid, Cataluña y Baleares, tiene para pagar sus servicios con lo que ingresa por impuestos.
Más aún: dice el Gobierno que Cataluña, gracias al nuevo sistema, va a recibir 20 mil millones más, pero que el resto de las autonomías percibirán también mayor cantidad. No es sostenible. De ser así, significará que o bien el Estado recauda más por impuestos, o bien se endeuda. O recorta gastos. Esto último, con este Gobierno, no va a suceder en ningún caso. Ergo o se incrementa la presión fiscal, o nos endeudamos más, a lo que se opondrá la UE. Ya contamos con que nos van a seguir subiendo los impuestos, pero ni tan siquiera eso daría para compensar a las autonomías con una subida equiparable a la de Cataluña. Luego estamos ante el hecho evidente de que, en realidad, va a haber menos dinero para las comunidades que no son Cataluña. Dicen que sí lo habrá, pero es imposible. Los fondos de la UE dan para lo que dan, y tienen horizonte limitado. Lo demás es pura recaudación, que no se puede estirar por capricho, salvo que subamos la presión fiscal a cotas inviables.
Estamos ante un nuevo planteamiento engañoso, como lo fue el de la amnistía, pergeñado sólo para contentar a unos indepes que quieren aprovechar las necesidades de Sánchez para desarmar al Estado. Con una Agencia Tributaria propia, el golpe de Puigdemont hubiera triunfado. Quien tiene el dinero tiene el poder, y eso es lo que va a ocurrir cuando el Gobierno central pierda la competencia de recaudar impuestos. Chus Montero lo sabe y por eso va con la cantinela de que la Agencia Tributaria Estatal pastoreará a las regionales. No es realista. No pasa ni con la Sanidad ni con la Educación ni con ninguna otra transferencia. Cada cual administra sus competencias según le place, y no será diferente en recaudación.
Junqueras le va a echar un pulso a Sánchez. Ha dicho que ellos no van a aceptar sumisión alguna a la Agencia Tributaria Estatal. Como no se fían, van a presentar una proposición de ley para que el PSOE se retrate. Y Pradales le dará hoy una dentellada a la Seguridad Social.
¡A por lo que queda!