País Vasco

Una estadounidense alucina con esta costumbre de las mujeres vascas: “Necesito saber vuestra opinión"

Una ‘tiktoker’ ha encendido la conversación en redes al compartir una peculiar observación sobre las mujeres mayores en el País Vasco que no ha pasado desapercibida

¿Cuál es la verdadera capital del País Vasco? Esta es la respuesta definitiva
¿Cuál es la verdadera capital del País Vasco? Esta es la respuesta definitivaistock

Una simple caminata por las calles de Bilbao ha bastado para que una creadora de contenido: Aislinn, conocida como @abroadwithais en TikTok, lance una pregunta que ha generado todo un debate cultural en redes.

La joven, estadounidense afincada en la capital vizcaína, se dedica a subir vídeos sobre sus viajes y experiencias por Europa, pero en esta ocasión lo que más ha captado su atención no ha sido un paisaje ni una gastronomía típica, sino algo mucho más cotidiano y humano: el estilo de las mujeres vascas de entre 50 y 70 años, que, según ella, no temen lucir este estilo tan llamativo.

La pregunta de una estadounidense sobre las mujeres vascas: “¿Esto es sólo del País Vasco?”

En el vídeo, que rápidamente se ha viralizado, Aislinn relata su sorpresa: “Ayer, mientras caminaba por las calles de Bilbao, donde vivo, me fijé en algo que me hizo pensar si se trata de algo especial que ocurre sólo en el País Vasco o si también es habitual en otras partes de España. Así que, españoles y vascos, necesito vuestra opinión porque todavía no lo tengo claro”. Y continúa, con visible entusiasmo: “¿Alguien más se ha fijado en que a algunas mujeres mayores, de entre 50 y 70 años, les encanta teñirse el pelo de colores muy llamativos? No me refiero a colores comunes como rubio, moreno o pelirrojo, sino a colores como azul cobalto, morado o rosa neón”.

Lo que parecía una observación personal ha dado pie a un intercambio de opiniones que ha trascendido lo anecdótico. Algunas personas han confirmado que esta tendencia es, en efecto, más visible en Euskadi que en otras comunidades, aunque no exclusiva del norte. Una usuaria respondía en los comentarios: “Lo he visto en más partes de España, pero sobre todo en el País Vasco”. Otra, con un testimonio más íntimo, compartía: “Yo soy de Bilbao y tengo 60 años, pero mi madre cuando yo era jovencita ya llevaba mechones morados”.

Una forma de rebeldía silenciosa y colorida

Lo que Aislinn interpreta como una curiosa moda local puede tener un trasfondo más profundo. Para muchas mujeres de generaciones anteriores, teñirse el pelo era casi una obligación social, pero siempre dentro de una paleta de colores “aceptables”. Ver hoy a mujeres de 60 o 70 años con el cabello fucsia o lila puede ser, más allá de una cuestión estética, una forma de reivindicar libertad, individualidad y, por qué no, diversión.

“Me encanta esta tendencia. Me parece una forma muy divertida de expresarse y de rebelarse contra lo que se considera un color de pelo normal”, decía Aislinn en su vídeo. Y no le falta razón. Tradicionalmente, se ha exigido en la sociedad discreción estética a las mujeres a medida que envejecen, estos tintes vibrantes pueden leerse como una declaración de intenciones: ni la edad, ni el entorno, ni los cánones determinan cómo una mujer debe presentarse ante el mundo.

Una tendencia que traspasa generaciones

Aunque la observación de Aislinn se centraba en mujeres de más edad, lo cierto es que el gusto por los colores de fantasía en el cabello se ha extendido a otras franjas generacionales. Sin embargo, es especialmente llamativo cuando lo adoptan mujeres que crecieron en contextos más conservadores, lo que refuerza la percepción de que no es sólo moda, sino también un gesto de libertad personal. Una usuaria lo resumía así en los comentarios: “No sé de dónde viene, pero me encanta. Y más, si el pelo combina con la ropa”.

Quizá no haya una explicación única. Puede que sea una moda que prendió con más fuerza en Euskadi, o simplemente que las mujeres vascas tengan una especial disposición a expresar su carácter sin tapujos. Sea como sea, el vídeo de Aislinn ha servido como espejo para mirar una costumbre que pasa desapercibida para los locales, pero que a ojos ajenos se convierte en algo digno de admiración.

Y es que, a veces, los pequeños detalles de lo cotidiano son los que revelan cómo es una sociedad. En este caso, una en la que el color no entiende de edad, y donde teñirse el pelo de azul a los 65 no es una excentricidad: es estilo propio.