País Vasco

El pueblo de La Rioja que el Gobierno vasco reclamó por “su presencia histórica del euskera innegable”

San Millán de la Cogolla fue cuna de las primeras palabras tanto del castellano como del euskera

El pueblo de La Rioja que el Gobierno vasco reclamó por “su presencia histórica innegable”
El pueblo de La Rioja que el Gobierno vasco reclamó por “su presencia histórica innegable”La Rioja Turismo

El municipio riojano de San Millán de la Cogolla, conocido por sus monasterios de Suso y Yuso, ocupa un lugar destacado en la historia lingüística de España. En sus archivos se conservan las Glosas Emilianenses, consideradas el primer registro escrito del castellano y también una de las primeras apariciones documentadas del euskera.

Este valor histórico llevó en 2018 al entonces portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, a declarar que “la presencia del euskera en La Rioja era innegable” y que debería reconocerse en el Estatuto de Autonomía riojano como parte de su patrimonio cultural. La propuesta no pedía ningún tipo de cooficialidad ni implicaciones políticas, sino un reconocimiento histórico y cultural.

El pueblo riojano que es origen de dos lenguas

Las Glosas Emilianenses, escritas alrededor del siglo XI por un monje anónimo en los márgenes de un códice latino, contienen anotaciones tanto en una lengua romance, antecesora del castellano, como en euskera. Este hecho convierte a San Millán de la Cogolla en un punto de referencia en el desarrollo de ambas lenguas.

Los expertos coinciden en que, en esa época, el euskera tenía cierto uso en la zona norte de la actual La Rioja, por su proximidad geográfica con Álava y Navarra, regiones donde el idioma ha tenido una presencia más estable a lo largo de los siglos.

Además de las glosas, existen otros documentos que respaldan esa antigua presencia. Uno de ellos es el Fuero de Ojacastro, otorgado en el siglo XIV, que permitía a los vecinos del municipio expresarse en euskera en procedimientos judiciales. También se ha documentado toponimia de origen vasco en algunos puntos del norte riojano, aunque su interpretación sigue siendo motivo de análisis entre lingüistas. Estos elementos, aunque puntuales y limitados en el tiempo, sugieren que el euskera tuvo presencia en la zona durante la Edad Media.

La propuesta de incluir una mención al euskera en el Estatuto de autonomía riojano fue promovida en su momento por el PSOE de La Rioja, pero generó rechazo en algunos sectores políticos, especialmente en el Partido Popular, que la consideró innecesaria e interpretó el gesto como una cesión simbólica ante el nacionalismo vasco.

Finalmente, la mención al euskera no se incluyó en la reforma estatutaria. No obstante, el debate sirvió para visibilizar el papel de La Rioja en la historia lingüística peninsular, más allá de sus actuales vínculos culturales o administrativos.

San Millán de la Cogolla es hoy un lugar de referencia para filólogos e historiadores. Su importancia no está en disputas políticas, sino en el valor de los documentos que conserva. En ellos aparece, por primera vez, el idioma que evolucionaría en el castellano actual y también restos escritos del euskera.

Lejos de reinterpretaciones identitarias, los datos muestran que la historia de las lenguas en España no siempre coincide con las divisiones territoriales (y políticas) actuales. Y San Millán de la Cogolla, con sus manuscritos medievales, sigue siendo un recordatorio de ello.