Sociedad

Coronavirus

El Papa, el otro “gran hermano”’

Todos los días emite su misa privada, el miércoles ha convocado un Padrenuestro global y el viernes lanzará un “urbi et orbi” online desde una plaza de San Pedro vacía

El Papa también se ha hecho Youtuber. Todos los días a las siete en punto de la mañana, inicia su camino desde la sacristía al altar de la capilla de su residencia vaticana de Santa Marta. Hasta hace un par de semanas era una eucaristía privada, por la que iban pasando cristianos de las parroquias de Roma, trabajadores del Vaticano y peregrinos de todo el planeta. Pero el COVID-19 blindó el Vaticano y está cerrando las parroquias de medio mundo. Desde ahí ejerce de párroco global, al frente y al servicio de la ‘multinacional’ con la red más sucursales más capilar del planeta: la Iglesia católica.

Francisco ordenó retransmitir estas misas en las que cumple escrupulosamente las recomendaciones sanitarias. No hay saludo de paz. No hay comunión en la boca. Solo le acompañan tres sacerdotes en un primer banco, entre ellos, su secretario personal, Gonzalo Aemilius. Junto a ellos, dos religiosas, hijas de la Caridad. Es su equipo más estrecho de trabajo. La familia actual de Jorge Mario Bergoglio. Una celebración de no más de treinta minutos. Sin artificio alguno. Ni mitra ni solideo. Su primera oración nada más llegar al altar, por los afectados por la pandemia. “En estos días, escuchamos las noticias de tantos difuntos, hombres y mujeres que mueren solos sin poder despedirse de sus queridos. Pensemos en ellos, recemos por ellos y por sus familias que no pueden acompañarlos”, imploraba ayer en italiano a las millones de personas que le seguían por los canales telemáticos de Vatican News, con traducción simultanea en varios idiomas, incluido el castellano.

“Pandemia de oración”

Junto a la eucaristía diaria, la Santa Sede también retransmite la audiencia-catequesis de los miércoles y el ángelus dominical a mediodía, en los que participaban miles de peregrinos y que ahora pronuncia ante las cámaras desde la biblioteca del Palacio Apostólico. Precisamente, ayer también convocaba a todos los católicos del mundo a rezar un Padre Nuestro el próximo miércoles. “Recémoslo muchas veces, pero todos a la vez, a mediodía”, ha convocado Francisco.

De la misma manera, impartirá una bendición ‘urbi et orbi’ extraordinaria el próximo viernes a las seis de la tarde. Un rito que solo se produce dos veces al año: el domingo de Resurrección y el día de Navidad. Esta vez estará el solo, en San Pedro. “A la pandemia del virus queremos responder con la pandemia de la oración, de la compasión, de la ternura”, ha anunciado.