Actualidad

Carlos Osoro Sierra

Carlos Osoro: «Desde hoy empiezo a trabajar, a estar con la gente, con todos»

Emocionado, describe a LA RAZÓN su primer día de ministerio. Su hermano asegura: «Nos llena de orgullo a toda la familia»

El arzobispo de Madrid, Carlos Osoro Sierra (c), durante la misa de su toma de posesión
El arzobispo de Madrid, Carlos Osoro Sierra (c), durante la misa de su toma de posesiónlarazon

Carlos Osoro es un hombre cercano y atento, solícito ante las llamadas de las personas. Siempre tiene en la boca el Evangelio y su intención es la de sumar, unir, para que la Iglesia pueda llevar a cabo su labor. Visiblemente emocionado y ciertamente cansado tras una ceremonia larga y horas de saludos, hace un pequeño balance en un encuentro con LA RAZÓN: «Ha sido muy emocionante para mí, porque cuando te encargan una misión, y ésta viene de Jesucristo, es una responsabilidad grande y uno siente sus límites, pero viendo a tanta gente que ha pasado a saludarme, pienso que ha sido un regalo de Dios, de Nuestro Señor Jesucristo, que me anima a seguir anunciándole».

Se mostró feliz por la cálida acogida que le han brindado en Madrid, así como por las muestras de cariño que han llegado desde los lugares por los que ha pasado. «Me han abierto los brazos y el corazón, y eso es muy importante para cualquier ser humano haga lo que haga y, sobre todo, para alguien que quiere dar a conocer a Jesucristo. Que te abran los brazos de esta manera es un signo de que están dispuestos a ayudarte a anunciarlo», afirmó.

Pero Madrid ya lo tenía en el corazón, pues en esta ciudad se conocieron sus padres. «Gracias, queridos hermanos; Madrid acogió a mi familia, aquí se conocieron mis padres, hoy me acogéis aquí como padre, hermano y pastor, gracias. Que sigamos haciendo de Madrid un lugar de encuentro, de acogida, de promoción de todo ser humano, regalándole la dignidad que Dios ha puesto en cada persona», diría en la homilía horas antes.

Tuvo un día intenso, agotador, pero ya trabaja «desde hoy», dispuesto «a estar con la gente, con todos». Osoro no entiende el desempeño de su ministerio desde otro lugar que no sea la cercanía, la presencia, donde todos quepan y aporten lo que tengan. «Es lo que hizo Jesús. Integrar a todos, venir a salvar a todos. La Iglesia tiene que hacer exactamente igual. No puede hacer otra cosa si quiere seguir siendo fiel a Jesús», afirmó a LA RAZÓN.

Carlos Osoro estuvo en todo momento muy bien acompañado por su familia, que llenó los primeros bancos de la nave central de la Catedral de La Almundena. Desde Santander llegó su hermano José Manuel Osoro, decano de la Facultad de Educación de la Universidad de Cantabria, quien se mostró «orgulloso» por el recibimiento y acompañamiento que su hermano ha recibido. «Para nosotros es una emoción y una alegría. Nos llena de orgullo a toda la familia el verle así y verle contento», afirmó José Manuel Osoro.

Como tantos otros que le conocen, cree que la principal aportación que puede ofrecer Osoro a la Archidiócesis de Madrid es su cercanía: «La gente se va a dar cuenta de que es una persona cercana a todo el mundo. La lástima es que probablemente le falte tiempo para poder atender a todos, pero estoy convencido de que no va a ser por ganas».

En su opinión, la cercanía y la afabilidad son dos caracteríticas que le definen y que le han acompañado en el desempeño de su ministerio, primero sacerdotal y luego episcopal. Ahora que le tienen más cerca, su familia podrá visitarle más a menudo. «Le hemos acompañado por todos los lugares por donde ha pasado y ahora aquí estamos», concluyó José Manuel Osoro.

Como el propio arzobispo reconoce, ya sólo le queda ponerse a trabajar, a imprimir su sello a una diócesis de referencia en España y ante la que ha marcado cuáles serán sus prioridades y primeras tareas.