Santoral

¿Qué santo se celebra hoy, 6 de abril? Todo lo que debes saber del santoral de hoy

Hoy se conmemora la figura de San Marcelino de Cartago, obispo del siglo III en un momento en que el cristianismo se encontraba bajo la persecución del Imperio Romano

San Marcelino de Cartago
San Marcelino de CartagoArquidiocese de BH

El santoral, también conocido como calendario litúrgico, es un libro religioso que contiene la lista de los santos reconocidos por la Iglesia Católica y que se celebra cada día del año. Más allá de una simple lista de nombres, el santoral representa un viaje fascinante a través de la fe, la historia y la cultura cristiana.

    ¿Qué santos se celebran hoy, domingo 6 de abril?

    • Santa Gala (s. VI): Hija del cónsul romano Símaco, quedó viuda tras un año de matrimonio. Convertida al cristianismo, rechazó un nuevo matrimonio y dedicó su vida al ayuno y a las obras de caridad hacia los más pobres, hasta que decidió retirarse en un monasterio. Falleció alrededor del año 550. ​
    • San Pedro de Verona (1205-1252): Conocido como Pedro Mártir, fue un sacerdote dominico y teólogo italiano. Nacido en Verona, se unió a la Orden de Predicadores fundada por Santo Domingo. Destacó por su labor en la defensa de la fe católica contra las herejías de su tiempo. Fue asesinado el 6 de abril de 1252 mientras viajaba de regreso a Como, siendo atacado por herejes. Se le atribuye el milagro de escribir con su propia sangre las palabras 'Creo en Dios' antes de morir. Fue canonizado en 1253, solo once meses después de su muerte. ​
    • San Ireneo de Sirmio (s. IV): Obispo y mártir que vivió durante el reinado del emperador Maximiano. Fue atormentado y encarcelado por profesar su fe cristiana, siendo finalmente decapitado. ​
    • San Eutiquio de Constantinopla (512-582): Obispo que presidió el Segundo Concilio Ecuménico de Constantinopla. Defendió enérgicamente la fe ortodoxa y, tras sufrir largo exilio, murió confesando la resurrección de la carne. ​
    • San Winebaldo de Troyes (620): Abad del monasterio de San Lupo en Troyes, Neustria. Destacó por su austeridad y dedicación religiosa. ​
    • San Prudencio de Troyes (861): Obispo que preparó un breviario del Salterio para los itinerantes y recopiló preceptos de las Sagradas Escrituras para candidatos al sacerdocio. También restauró la disciplina en los monasterios. ​
    • Beato Notkero Bálbulo (912): Monje del monasterio de San Gallo en Suabia, Alemania. Conocido por su cultura, humildad y modestia, se destacó en la composición de secuencias y en su vida de oración y meditación. ​
    • San Guillermo de Dinamarca (1203): Abad que introdujo la disciplina regular en Dinamarca tras trasladarse desde un cenobio de canónigos regulares en París. Falleció al amanecer del domingo de Pascua. ​
    • Beato Ceferino Agostini (1896): Presbítero italiano que se dedicó a la predicación, catequesis e instrucción cristiana. Fundó la Congregación de Ursulinas Hijas de María Inmaculada y trabajó incansablemente por la juventud, los pobres y los enfermos. ​
    • Beato Miguel Czartoryski (1944): Presbítero de la Orden de Predicadores y mártir polaco. Durante la invasión de Polonia, fue fusilado en Varsovia por mantenerse firme en su fe. ​
    • Beata Petrina Morosini (1957): Virgen y mártir italiana que, a los 26 años, fue asesinada cerca de Bérgamo por defender su promesa de virginidad a Dios frente a un agresor.

    San Marcelino de Cartago: Vida y Pontificado

    San Marcelino de Cartago fue un obispo cristiano de la ciudad de Cartago, en el norte de África, durante el siglo III. Nació en una época en que el cristianismo aún se encontraba bajo persecución en el Imperio Romano, particularmente durante el reinado de los emperadores Decio y Valeriano. Marcelino asumió el cargo de obispo en un momento de gran dificultad para los cristianos de la región y se le recuerda por su valentía al liderar a su comunidad en tiempos de crisis.

    Durante su pontificado, se enfrentó a la presión externa de las autoridades romanas, que intentaban erradicar la fe cristiana, así como a desafíos internos en la comunidad cristiana, como las disputas sobre la validez de las conversiones de los cristianos que habían apostatado durante las persecuciones. Marcelino se destacó por ser firme en su liderazgo, abogando por la unidad de la Iglesia y manteniendo la disciplina eclesiástica, incluso en tiempos de persecución.

    Canonización y Legado

    San Marcelino fue canonizado como santo por la Iglesia Católica, aunque los detalles de su canonización no están documentados con exactitud. Su legado radica en su fiel dedicación a la causa del cristianismo durante un período de adversidad.

    A lo largo de los siglos, la figura de San Marcelino se ha mantenido como un símbolo de resistencia y fe. Su legado también ha sido transmitido a través de los escritos de otros Padres de la Iglesia que lo mencionaron, destacando su firmeza y su compromiso con la comunidad cristiana.

    Exilio y Muerte

    La persecución a los cristianos durante el reinado de Decio y Valeriano también afectó a San Marcelino. Según algunas fuentes, después de un período de intensas persecuciones, fue arrestado por las autoridades romanas. En algunos relatos, se afirma que San Marcelino fue exiliado a una región distante, donde sufrió mucho debido a las condiciones duras del exilio. Sin embargo, el relato de su muerte es ambiguo: algunas fuentes aseguran que fue martirizado, mientras que otras sugieren que murió en circunstancias más pacíficas, aunque bajo custodia.

    En cualquier caso, su muerte no fue en vano, ya que su martirio (o sufrimiento) y su entrega por la causa cristiana sirvieron como un testimonio vivo para las generaciones posteriores.