Covid-19

La OMS después del coronavirus

Los estragos económicos y sanitarios de la pandemia han dejado al mundo a merced del Nuevo Orden

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OMSLa Razón

Si algo hemos aprendido durante la pandemia, es que la Organización Mundial de la Salud debería cambiar su nombre de OMS a OCS: ‘Organización China de la Salud’.

Después de la pandemia, con más de 400.000 muertos, son muchas las voces que exigen responsabilidades a Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director de la OMS y a sus amos del partido comunista chino.

Los países occidentales abandonaron la Organización Mundial de la Salud en manos de un país totalitario y poco de fiar como es la China comunista. La dejación de EE. UU. y sus aliados han tenido unas consecuencias catastróficas para la salud y para la economía.

En medio de la peor pandemia que ha sufrido el mundo en los últimos 100 años, China aprovecho el descuido de Occidente para apropiarse de la OMS y poner a sus ordenes a su director general. Fue precisamente Tedros quien evitó que el 23 de enero, con el virus fuera de control en China, que se declarara la emergencia de salud pública global. El etíope mandaba un mensaje tranquilizador después de reunirse con su patrón en Pekín: Había riesgo, sí; pero estábamos en buenas manos.

La alerta global llegaría una semana más tarde —el 30 de enero— con el coronavirus fuera de control en China y esparcido por el resto del mundo. Pero la declaración de pandemia no llegó hasta el 11 de marzo, cuando ya sumaba más de 120.000 contagios, 4.500 muertes y 114 países afectados, una vergüenza.

Ante estos datos todos nos preguntamos; ¿por qué la Organización Mundial de la Salud ocultó junto a China información vital al mundo para prevenir la pandemia?

China no es ni de lejos el país que más aporta a la OMS, apenas da 90 millones de dólares, menos del 10% de lo que pone EEUU. Sin embargo, los chinos han sido capaces de dominar una institución como la OMS por medio de Tedros y con el apoyo de la mayor parte de los sátrapas que gobiernan en África. En estas circunstancias nos preguntamos: ¿Como hemos dejado el destino del mundo en manos de una superpotencia comunista y de sus aliados del Tercer mundo?

Después de la caída del Muro de Berlín, Occidente pensó que había derrotado al comunismo internacional pero esta pandemia nos ha demostrado todo lo contrario. Los estragos económicos y sanitarios del Covid han dejado al mundo a merced del Nuevo Orden. El error lo estamos pagando muy caro, porque ya nada será igual que antes, ha nacido un nuevo mundo donde los países más ricos tendrán que dejar paso al gigante asiático, que, tan solo controlando un organismo en principio tan insignificante como la OMS, ha dado un golpe de mano que ha puesto el mundo al revés.

En resumen, los países democráticos no tendrían que haber dejado el destino del mundo en manos de una organización dominada por el comunismo internacional. No tiene sentido la existencia de la Organización Mundial de la Salud en estas circunstancias, salvo que a su principal benefactor la fundación Bill & Melinda Gates le convengan, pero eso es otra historia.