Salud

Si su pareja tiene una enfermedad cardíaca, tiene el doble de riesgo de sufrirla también (sobre todo si es hombre)

El motivo no se debe únicamente a compartir hábitos de vida similares, sino que el estrés de cuidar a un cónyuge aumenta las probabilidades, según una investigación presentada hoy

Unidos también en la enfermedad
Unidos también en la enfermedadBanco de imágenesKhunatorn - stock.adobe.com

Las personas que viven con un cónyuge con una enfermedad cardíaca tienen más del doble de probabilidades de tener también una enfermedad cardíaca, según un estudio que acaba de presentarse en la 70ª Sesión Científica Anual del American College of Cardiology.

Para llegar a esta conclusión, los investigadores encuestaron a más de 5,000 parejas mayores de 45 años que vivían en siete regiones de China entre 2014 y 2016. Los participantes proporcionaron información sobre su historial de salud personal y el de su cónyuge, incluidos detalles sobre factores de riesgo como el índice de masa corporal y la presión arterial; factores de estilo de vida como la actividad física, el tabaquismo y el consumo de alcohol; y factores socioeconómicos. Para el estudio, un historial de enfermedad cardiovascular se definió como sufrir un ataque cardíaco o un derrame cerebral o tener una intervención coronaria percutánea o un injerto de derivación de arteria coronaria, que son procedimientos para abrir o derivar arterias bloqueadas.

“Descubrimos que el riesgo de enfermedad cardiovascular de una persona está asociado con el estado de salud y el estilo de vida de su esposa o marido”, afirma Chi Wang, del Centro de Investigación de la Salud del Corazón en Beijing y autor principal del estudio. “Además de compartir los factores del estilo de vida y el entorno socioeconómico, nuestro estudio sugiere que el estrés de cuidar a un cónyuge con enfermedad cardiovascular puede contribuir a un mayor riesgo cardiovascular”, añade.

Investigaciones anteriores en este área han señalado un aumento de los riesgos entre quienes cuidan a su cónyuge después de un accidente cerebrovascular. El nuevo estudio tiene una población de estudio más grande que los estudios anteriores e información más completa sobre el estado de salud, los factores de riesgo y las variables del estilo de vida, según los investigadores.

Los hallazgos subrayan la necesidad de atención preventiva para los cónyuges de personas con enfermedades cardiovasculares. “La atención médica centrada en la familia juega un papel importante en la atención médica crónica en todo el mundo”, destaca Wang. “Nuestro hallazgo indica que la salud de los cuidadores debe ser monitoreada, así como la de su cónyuge”, añade.

Según los hallazgos, la relación entre el historial de enfermedad cardíaca de un cónyuge y el riesgo propio de una persona fue especialmente pronunciada en el caso de los varones. Entre los hombres cuyas esposas tenían enfermedades cardíacas, el 28% tenían enfermedades cardiovasculares, en comparación con el 12,8% de los hombres cuyas esposas no tenían enfermedades cardíacas. La probabilidad de que un hombre padeciera una enfermedad cardiovascular era mayor si su esposa tenía antecedentes de accidente cerebrovascular, obesidad o tabaquismo.

Entre las mujeres cuyos maridos tenían enfermedades cardíacas, el 21% tenían enfermedades cardiovasculares, en comparación con solo el 9% de las mujeres cuyos maridos no tenían enfermedades cardiovasculares. La probabilidad de enfermedad cardiovascular de una mujer era mayor si su esposo tenía antecedentes de accidente cerebrovascular.

“El estado de salud y los factores de riesgo de las mujeres, que son los impulsores del estilo de vida en la mayoría de familias de diferentes orígenes culturales parecen afectar a sus maridos en mayor medida que los factores de riesgo de los maridos a las esposas”, precisa Wang.

Los investigadores también examinaron las tendencias de la diabetes, pero encontraron que tener un cónyuge con diabetes no aumentaba significativamente el riesgo de sufrir también esta enfermedad. Este hallazgo podría indicar que los factores genéticos y los antecedentes familiares de diabetes son el factor dominante para el riesgo de diabetes, concluye Wang.