Medicina natural

El ejercicio es bueno para la flora intestinal

El ejercicio mejora la circulación general de la sangre en el cuerpo, incluyendo el intestino

València la "ciudad del running", vuelve a la actividad física en sus calles tras mes y medio de confinamiento
GRAFCVA4660. VALENCIA, 02/05/2020.- Un deportista realiza estiramientos mientras contempla el flujo de deportistas en el antiguo cauce del Turia dentro de la nueva normativa decretada por el Gobierno que permite hacer deporte o salir a pasear en dos franjas horarias. EFE/Kai FörsterlingKai FörsterlingEFE

El ejercicio mejora la circulación general de la sangre en el cuerpo, incluyendo el intestino. Esto asegura un mejor aporte de nutrientes y, como resultado, una mejor función intestinal. Además, tiene un efecto beneficioso sobre la motilidad, de modo que las heces no permanecen en el cuerpo durante demasiado tiempo. Pero la idea de que el ejercicio es beneficioso para los aspectos cuantitativos y cualitativos de la flora intestinal es relativamente nueva.

Un reciente estudio de revisión muestra que el ejercicio físico puede aumentar el número de bacterias intestinales beneficiosas y demuestra que el microbioma responde a las variaciones homeostáticas y fisiológicas en el intestino como resultado del ejercicio físico. El artículo de revisión concluye que “existen pruebas sólidas de que el ejercicio es un factor ambiental que puede inducir cambios en la composición cualitativa y cuantitativa de la flora intestinal, con efectos potencialmente positivos para la salud del huésped.”

La influencia del entorno de la flora intestinal comienza en los primeros años de vida. Al mismo tiempo, un microbioma intestinal estable y abundante es indispensable para una fisiología intestinal normal a lo largo de la vida. Además, contribuye a una buena comunicación del eje cerebro-microbioma intestinal y, a través de ésta, a la salud física y mental del individuo.

¿Cómo repercute pues el ejercicio exactamente en la flora intestinal? Según los investigadores, hay aproximadamente cuatro efectos principales: aumenta la diversidad de la flora intestinal, mejora la relación de bacteroidetes/firmicutes, estimula la proliferación de bacterias beneficiosas, y estimula la producción de ácidos grasos de cadena corta por parte de las bacterias.