Sociedad

Pediatría

Objetivo: un DNI del recién nacido con la huella dactilar y las vacunas

El Dr. Antonio Garrido-Lestache, que lleva 32 años luchando por evitar el cambio de niños, destaca que un escáner «made in Japan» evitaría los problemas actuales en la identificación

La superfertilización heteroparental da lugar a mellizos que genéticamente solo comparten el ADN de la madre
La superfertilización heteroparental da lugar a mellizos que genéticamente solo comparten el ADN de la madreJeffrey D. AllredAP

Los actuales protocolos de custodia implantados en los hospitales españoles dificultan la posibilidad de que un bebé acabe en otro hogar diferente que el de sus progenitores. Pero, ¿es imposible que esto suceda? El doctor Antonio Garrido-Lestache, pediatra e impulsor, en el año 1989, de la huella dactilar de un recién nacido y gracias al cual se consiguió a nivel mundial que la identidad sea un derecho fundamental de los menores del cual se derivan todos los demás (un derecho recogido por la ONU y ratificado por todos los países salvo Estados Unidos y Somalia), sostiene que «puede ocurrir».

«Las pulseras que se ponen a la madre y al bebé no son suficientes. ¿Quién te asegura que no se la han puesto a otro bebé? He visto pulseras en el suelo en los nidos de las maternidades y ahora, además, van todos igual vestidos, con el «pijama» con el nombre del hospital. La única vía para asegurar al 100% que el bebé que vuelve a casa es el mismo es tomándole correctamente la huella dactilar».

Gracias a su trabajo y a su tesón por preservar la identidad del recién nacido, en colaboración con la policía científica y la Interpol, se creó en la Comunidad de Madrid el primer DNI infantil por dactiloscopia (huella dactilar del dedo índice y medio) y vinculado a las huellas de la madre, una medida que después llegó al resto de comunidades autónomas.

Sin embargo, décadas después de su implantación Garrido-Lestache asegura que «no se están tomando bien las huellas o directamente no se hace. Aparece un manchurrón porque en las maternidades de nuestro país no se dispone de un servicio de identificación con personal titulado en Dactiloscopia del recién nacido. Por eso no podemos decir que los niños estén siendo bien identificados. Cuando hablas con el personal sanitario siempre dicen que es muy difícil tomarles las huellas a los recién nacidos, claro que lo eso, pero para eso se tienen que formar y no se hace».

«Ahora bien –prosigue el pediatra–, la compañía japonesa NEC, con la que no me une absolutamente nada, ha patentado en Estados Unidos un escáner de recién nacidos que permite de forma sencilla tomar y reconocer sus huellas».

«Con este sistema, la identificación de un recién nacido sería una realidad plena. Lo que hacemos hoy con tinta se puede hacer mediante la biometría, lo que elimina las dificultades a la hora de tomar las huellas dactilares del recién nacido», hace hincapié Garrido-Lestache.

El prestigioso pediatra asegura que adaptar esta tecnología resulta esencial: «España pueda aportar a la ONU el DNI infantil basándose en esta nueva tecnología para defender así el derecho a la identidad legal de todo niño al nacer».

Antonio Garrido-Lestache
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Además, «en este nuevo DNI se podrían incluir las vacunas que los menores reciben, porque en la actualidad nadie recuerda cuáles pusieron siendo pequeños». Y no sólo, «a día de hoy un padre puede sacar el pasaporte a su hijo pero no se hace tampoco con las huellas. Ni siquiera se cotejan las huellas dactilares del hospital con las del DNI si te lo haces con 14 años».

En definitiva, el promotor de la huella dactilar gracias al uso de una tinta especial no cesa en su empeño de hace 32 años: preservar la identidad del menor. «Tenemos la ley de nuestra parte (gracias a él y todos aquellos que le escucharon) y ahora también la tecnología para lograr al 100% preservar este derecho del recién nacido», explica el pediatra.

«No puede ser que tengamos la tecnología y no se implante, ya que un menor que no es identificado debidamente podría ser separado de sus padres, perder todos sus derechos y convertirse en víctima de abusos y maltrato», denuncia.

Y es que la tecnología avanza y hay que evolucionar los sistemas actuales máxime en este caso de vital importancia, tal y como ha ido sucediendo desde tiempos remotos: «Desde el siglo V el control de los nacimientos se llevaba por los libros parroquiales. Pasaron los siglos y la pregunta era qué pasaba con los niños a los que no se bautizaba. Después, en 1871 el Rey Amadeo de Saboya creó el Registro Civil y el Registro del Estado Civil de la Familia Real. En 1958 el Estado Español rectificó este documento e introdujo un Certificado del médico o matrona que asistió al parto para avalar la identidad de la parturienta en el que se especificaba si había tenido un varón o una hembra», recuerda el Dr. Garrido-Lestache.