Salud
Cáncer de páncreas: los esperanzadores tratamientos que han logrado detener la enfermedad
La exitosa reprogramación de células T abre una vía también para la lucha contra otros tipos de cáncer agresivos
El cáncer de páncreas es uno de los cánceres con peor tasa de supervivencia, que no supera el 25 por ciento de los casos pasados cinco años desde la detección. Esto se debe fundamentalmente a la dificultad para un correcto diagnóstico y tratamiento, ya que los primeros síntomas aparecen mucho después de que se inicie la enfermedad y en muchos casos es ya tarde para poder abordarlo. Además, es un tipo de tumor muy agresivo, que es capaz de avanzar a mucha mayor velocidad que otros tumores.
A pesar de ello, desde que comenzada este 2022 varios descubrimientos han resultado esperanzadores tanto en la detección como en el tratamiento, lo que hace que los investigadores sean optimistas de cara a los próximos años.
El cáncer de páncreas más común, el adenocarcinoma ductal pancreático, supone la tercera causa de muerte por cáncer en países desarrollados. Según explica la Asociación del cáncer de páncreas En España, cada año se diagnostica cáncer de páncreas a unas 8.700 personas, en Europa esa cifra supera los 104.000. En el mundo más de 1.257 personas serán diagnosticadas cada día. El cáncer de páncreas afecta por igual a hombres y mujeres y su incidencia aumenta a partir de los 45 años. La edad promedio en el momento del diagnóstico es de 72 años.
El pasado mes de enero, un equipo de científicos liderados por el CSIC (Centro Superior de Investigaciones Científicas), identificaron un un nuevo biomarcador de diagnóstico precoz. El hallazgo, publicado en la revista “eBioMedicine”, asocia la presencia de la proteína tirosina-quinasa AXL a la detección de este tipo de tumores. Es decir, que un simple análisis de sangre permitiría la detección temprana del cáncer de páncreas.
Esta conclusión permite avanzar en la detección del cáncer de páncreas al identificar el tumor incluso en pacientescon pancreatitis, una patología que puede dificultar el diagnóstico. Así, se obtiene un nuevo marcador diagnóstico, una herramienta muy valiosa, puesto que la escasez de marcadores provoca que solo el 20 % de los pacientes se puedan operar a tiempo, propiciando la metástasis y la resistencia al tratamiento.
Tratamiento experimental y esperanzador
Ahora, cinco meses después, otro avance científico abre una nueva ventana a una posible cura. Un tratamiento experimental ha logrado detener la progresión del cáncer de páncreas avanzado de una mujer, según publicó el pasado miércoles el “New England Journal of Medicine”.
Para lograr este hito, los médicos modificaron los genes de las células inmunitarias para que atacaran las células tumorales. Kathy Wilkes, de 71 años, de Florida (EE UU), fue diagnosticada con cáncer de páncreas a principios de 2018. La primera decisión fue extirparle parte del páncreas y que se sometiera a ocho sesiones de quimioterapia y radioterapia.
A pesar de ello, la enfermedad avanzaba rápidamente por el cuerpo de Wilkes y se extendió a los pulmones. “Cuando hablé con el oncólogo y le pregunté qué hacer, solo tenía una opción y era la quimioterapia. Esa no es la solución que necesito’”, explicó la paciente a NBC News.
En su desesperada lucha por encontrar una solución, encontró un informe de 2016, también publicado en el New England Journal of Medicine, en el que un tratamiento experimental había servido para ayudar a una persona con cáncer de colon avanzado. “Pensé, ‘ése es el planteamiento que necesito. Sabía que esa era la prueba que me iba a salvar, salvar mi vida. Simplemente tuve ese presentimiento”, dijo Wilkes.
Por ello, se puso en contacto con Eric Tran, responsable de la investigación, y le pidió que hiciera con ella lo mismo que con el paciente con cáncer de colon. Curiosamente Wilkes tenía la misma mutación genética que el otro paciente a pesar de tener tipos de cáncer distintos.
Tran se puso manos a la obra y tomó una muestra de células T de Wilkes, un tipo de célula inmunitaria que ataca a los elementos invasores. Después, modificó genéticamente estas células, reprogramándolas para reconocer y atacar las células tumorales. A continuación, las células T fueron replicadas millones de veces en un laboratorio y fueron introducidas en el torrente sanguíneo de la paciente.
Las células T fueron transferidas a la sangre de Wilkes el 14 de junio de 2021. En un mes, los tumores de sus pulmones se habían reducido a más de la mitad. Seis meses después, la reducción era del 72 por ciento.
“Este es potencialmente un tratamiento único”, dijo el doctor Rom Leidner, coautor del nuevo informe y codirector del programa de terapia del cáncer de cabeza y cuello en el Providence Cancer Institute, sobre la nueva terapia.
El logro de conseguir que las células inmunitarias se conviertan en cazadoras de tumores supone un avance importantísimo en el cáncer de páncreas pero también en la lucha contra otros tipos de cáncer.
Terapia pionera contra el cáncer de páncreas en Fuenlabrada
El Hospital de Fuenlabrada se ha convertido en el primer centro a nivel mundial en usar un nuevo tratamiento para abordar el cáncer de páncreas mediante el uso de braquiterapia con radiofármacos. Después de lograr unos resultados excelentes con una paciente, el hospital replicará el tratamiento en dos pacientes más para seguir recabando datos.
Este estudio forma parte del registro internacional Osprey, que tiene el objetivo de llegar a los 500 pacientes en cinco años y determinar el nivel de eficacia de un tratamiento basado en un isótopo radiactivo. La técnica consiste en inyectar de forma controlada un principio activo radiactivo dentro del tumor a través de una endoscopia.
Fernando Pereira, jefe del Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo del Hospital Universitario de Fuenlabrada, explicó a Redacción Médica que “no debemos crear falsas expectativas. Este tratamiento únicamente está indicado para un tercio de los pacientes con este tipo de cáncer, conocido como localmente avanzado. El tumor no se puede extirpar porque afectaría a arterias y venas que rodean el páncreas, por lo que nos dedicamos a reducir el tumor”.
Los síntomas del cáncer de páncreas
El diagnóstico temprano en este tipo de cáncer es fundamental para poder lograr mayor una tasa de supervivencia. Los tumores más graves son los situados en la vía biliar alta y, evidentemente, los que están extendidos. Entre los síntomas que pueden alertarnos de la enfermedad están: el dolor de estómago, la ictericia (coloración amarilla de la piel y los ojos), cambios en el hábito intestinal, pérdida de peso sin causa aparente y dolor de la zona media de la espalda.
En muchas ocasiones, los síntomas suelen ser leves o simplemente no aparece y en otras ocasiones son confundidos con otras dolencias comunes. Por ello, cuando se tenga la más mínima duda es importante acudir al médico especialista.
Diagnóstico de la enfermedad
El cáncer de páncreas no es de fácil detección porque los síntomas puede que no aparezcan y si lo hacen es de forma gradual, nada alarmante. Además, se requieren varias pruebas médicas para diagnosticarlo:
La tomografía computarizada se utiliza para definir el estadio del cáncer de páncreas, lo que determina si puede extirparse quirúrgicamente como un tumor o no.
La ecografía endoscópica (ECOE) conlleva el uso de un endoscopio especial que se introduce en el cuerpo por la boca, a través del esófago, hasta el intestino delgado.
La colangiopancreatografía retrógrada endoscópica es un procedimiento que se utiliza para visualizar los conductos que transportan la bilis desde el hígado a la vesícula y desde ahí al intestino delgado.
A pesar del hallazgo del CSIC, a día de hoy no es posible detectar la enfermedad mediante un análisis de sangre, que sólo pueden detectar los denominados marcadores tumorales, que miden la concentración de proteínas producidas por las células cancerosas.
La resonancia magnética y la tomografía por emisión de positrones permiten ver las masas cancerígenas y su ubicación.
La aspiración con aguja fina ayuda al médico a localizar el tumor y guiar una pequeña aguja a través de la piel y el abdomen hasta el páncreas para obtener una muestra de tejido.
Factores de riesgo para la aparición del cáncer de páncreas
El 90% de los casos de cáncer de páncreas no están asociados a ningún factor de riesgo, pero hay algunas coincidencias entre algunos de los casos diagnosticados: la enfermedad aparece a partir de los 50 años. La mayoría de los pacientes tienen entre 60 y 80 años. La raza también es un factor de riesgo porque los negros tiene una mayor probabilidad de sufrir la enfermedad que el resto de grupos étnicos. Como en otros tipos de cáncer, los antecedentes familiares son también importantes, así como el tabaquismo, la obesidad, la pancreatitis crónica o la diabetes de inicio repentino.
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