Alfredo Alonso: «Cada vez se progresa más en inmunoterapia en estadíos más precoces»

Ayer se celebró el Día Mundial contra el Cáncer, ¿cuál es el papel de BMS en oncología?

BMS ha sido una compañía pionera en impulsar algunos de los grandes cambios que se han hecho en la inmunoterapia aplicada al cáncer en los diez últimos años. Pero no nos quedamos ahí, motivados por nuestro legado en el desarrollo de tratamientos que cambian la vida de los pacientes y por nuestro compromiso con la ciencia, en BMS trabajamos cada día para procurar que todas las personas con cáncer tengan un futuro mejor. En concreto, si algo nos define es nuestro liderazgo en innovación, ser pioneros en la búsqueda de la cura contra el cáncer y en el apoyo a los pacientes más allá de los tratamientos.

¿Podría explicar cuál es el impacto de la inmuno-oncología y si se está aplicando en estadíos tempranos?

La revolución de la inmunoterapia trasciende tumores y también estadíos. Se trata de potenciar el papel del propio sistema inmune para luchar contra la enfermedad, y los beneficios que ha aportado a los pacientes en términos de prolongar y mejorar la vida son muchos. En el caso del cáncer de pulmón, por ejemplo, es uno de los tumores que más ha visto cambiar su pronóstico gracias a este avance terapéutico. Asimismo, cada vez se va avanzando más en el uso de la inmunoterapia en situaciones más precoces, que son más favorables para el paciente, y en las que también se están obteniendo grandes resultados.

¿Cuál es la apuesta de la compañía por la I+D en España?

Sin duda, los pacientes son el foco de nuestro trabajo, pero creo que es muy relevante destacar que tiene que ser dentro de un entorno colaborativo. De nada serviría que BMS estuviera desarrollando un número importante de fármacos y poniendo en marcha ensayos clínicos si no tuviéramos también el compromiso y la colaboración de los investigadores que están día a día intentando ofrecer lo mejor a quienes padecen cáncer. Prueba de ello es el potencial investigador que tiene España, donde BMS es la segunda compañía en número de ensayos clínicos, cerca de 200, y la mayoría de ellos en investigación precoz. Al final uno de nuestros compromisos es mejorar, ya no solamente prolongar la vida de los pacientes, sino también mejorar su calidad de vida.

¿Cómo afronta BMS el futuro de la inmuno-oncología?

La inmunoterapia ha supuesto una revolución y ahora tenemos más conocimiento y tecnología. Combinada con estrategias de tratamiento establecidas, puede ser una oportunidad en cierto tipo de pacientes. El gran reto que tenemos ahora es tratar la inmunoresistencia. Además, la inmunoterapia se ha ido incorporando a las fases más tempranas de la enfermedad. Esto abre la posibilidad de avanzar hacia la cura del cáncer.

Se habla mucho de la relación entre práctica deportiva y oncología, pero ¿qué importancia tiene la práctica deportiva en pacientes oncológicos? ¿Qué iniciativas ha puesto en marcha BMS al respecto?

Diversos estudios han analizado los efectos positivos que la actividad física activa tiene en pacientes oncológicos. Es más, algunas investigaciones contemplan el deporte como un posible tratamiento coadyuvante en la terapia del cáncer. Sin duda, la importancia que tiene un estilo de vida saludable para afrontar esta enfermedad es más que relevante. En BMS somos conscientes de la importancia de un abordaje integral que cuente con aspectos más allá de los tratamientos. Por ello, hemos puesto en marcha la campaña «La Ciencia que nos Mueve», que busca mejorar la salud a través del deporte y la actividad física. Teniendo esto en cuenta y con el foco puesto en el cáncer, hemos colaborado con la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) para emprender un programa de ejercicio dirigido a pacientes oncológicos. Además, también hemos patrocinado el II Simposio de Ejercicio, Cáncer y Alimentación junto a Educa-Med, en el que reunimos a médicos, investigadores, dietistas nutricionistas, preparadores físicos y fisioterapeutas con el objetivo de seguir promoviendo y fomentado este tipo de prácticas como parte de los tratamientos que se prescriben ya que, aunque esté demostrado, no está totalmente implementado dentro de la comunidad oncológica.