Las 3 sencillas pautas para vivir más años, reveladas por expertos en longevidad de Singapur

Un equipo combinado de especialistas en longevidad, gerontólogos y bioquímicos del Hospital General de Singapur, la Universidad Nacional de Singapur y el Yale-NUS College de Singapur ha descubierto que las personas que toman medidas adecuadas para promover su longevidad pueden vivir más tiempo si siguen ciertas pautas. En su estudio, publicado en la revista Nature Aging, el grupo analizó datos relacionados con el envejecimiento procedentes de varias fuentes.

En los últimos años, los investigadores médicos han llegado a la conclusión de que los seres humanos tienen tanto una edad cronológica como una edad biológica. La primera se fija por años y funciona igual para todos. La segunda depende de una serie de factores, la mayoría de los cuales se basan en elecciones hereditarias, medioambientales y de estilo de vida.

Durante muchos años, la comunidad médica ha asumido que las personas que deciden hacer ciertos cambios en su forma de vivir pueden alargar su vida: comer alimentos más sanos, hacer ejercicio y evitar actividades peligrosas, por ejemplo. Para este nuevo estudio, los investigadores buscaron pruebas concretas que demostraran que tales suposiciones son correctas.

Los investigadores analizaron conjuntos de datos de formación de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (National Health and Nutrition Examination Survey) que contenían información médica y mediciones de laboratorio de 1.476 hombres y 1.536 mujeres de entre 40 y 84 años.

Documentaron los resultados de las personas que se habían sometido a tratamientos para enfermedades o afecciones que se sabe que afectan a la longevidad, como problemas cardiacos y renales y/o afecciones que causan inflamación crónica, y las compararon con las que no lo habían hecho. Encontraron una estrecha correspondencia entre realizar estos cambios positivos en el estilo de vida y un envejecimiento sano, aunque señalaron que había algunas excepciones significativas.

A continuación, los investigadores compararon lo que describen como un reloj de envejecimiento simplificado con lo que describen como un reloj de envejecimiento clínico y descubrieron que ambos funcionaban de forma similar cuando se utilizaban para medir la longevidad probable de una persona determinada. También descubrieron que ambos predecían mejor la longevidad que los relojes de edad cronológica.

A continuación, el equipo analizó los datos del estudio CALERIE, que estudiaba el efecto de una dieta de restricción calórica "leve" en la longevidad, y descubrió que sólo dos años de dieta reducían significativamente la edad biológica. Por lo tanto, el trabajo incide en que sí: llevar una alimentación sana, realizar ejercicio y evitar actividades nocivas alarga la edad biológica.

«En conjunto, demostramos que este enfoque [el de los relojes biológicos], mediante la integración de diferentes marcadores biológicos, puede proporcionar objetivos para la medicina preventiva y la promoción de un envejecimiento saludable», concluyen los autores.