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Salud

El alimento que puede ayudar a parar la epidemia de miopía, según científicos chinos

Publican la primera evidencia en humanos de que los omega-3 podrían ser un factor protector frente a esta condición que acelera la pérdida de visión del ojo

Los niños que comen más alimentos ricos en omega-3 tienen menos miopía, afirma un estudio Freepik

La miopía se ha convertido en una de las grandes preocupaciones de la salud en este siglo. En las últimas décadas su prevalencia no ha dejado de crecer en todo el mundo, con especial incidencia en Asia oriental, donde afecta ya a millones de niños. Incluso se habla de epidemia.

Las previsiones no son optimistas: los expertos estiman que para 2050 la mitad de la población mundial será miope. En ese contexto, cada nueva pista sobre cómo prevenir su avance resulta valiosa. Y ahora, un estudio publicado en el British Journal of Ophthalmology aporta una clave inesperada: la dieta puede marcar la diferencia.

Según esta investigación, una alimentación rica en ácidos grasos omega-3 se asocia con un menor riesgo de desarrollar miopía en la infancia. En el extremo contrario, un consumo elevado de grasas saturadas —como las que contienen la carne roja, la mantequilla o el aceite de palma— parece aumentar la probabilidad de sufrir problemas oculares a edades tempranas.

Problemas de visión, una oleada silenciosa

Los oftalmólogos llevan años advirtiendo del crecimiento explosivo de la miopía, una condición en la que el ojo presenta una longitud axial excesiva, lo que provoca que la imagen no se enfoque correctamente en la retina. Factores como el exceso de tiempo frente a pantallas, el poco contacto con la luz natural y la predisposición genética ya están identificados como causas importantes. Sin embargo, hasta ahora la dieta no había estado en el centro del debate.

Los ácidos grasos omega-3 son conocidos por sus beneficios en la salud cardiovascular y cerebral, y también por su papel protector frente a enfermedades oculares como la degeneración macular o el síndrome del ojo seco. Pero su posible vínculo con la prevención de la miopía apenas había sido explorado en humanos.

Para responder a esta incógnita, investigadores en Hong Kong analizaron a 1.005 niños de entre 6 y 8 años. Evaluaron su visión, dieta, actividad al aire libre, las horas de lectura y de uso de pantallas. El resultado fue claro: los niños que consumían más omega-3 tenían menos riesgo de miopía y una menor elongación del globo ocular, uno de los principales indicadores del avance de esta condición.

En cambio, los menores que más grasas saturadas ingerían mostraban una tendencia inversa: mayor longitud axial y peor refracción.

Por qué el omega-3 puede ser un remedio

Los investigadores sugieren que la explicación podría estar en el efecto de los omega-3 sobre la coroides, la capa vascular del ojo que nutre y oxigena la retina. Al mejorar el flujo sanguíneo en esta zona, los ácidos grasos evitarían la hipoxia escleral, una falta de oxígeno que se considera un factor clave en la progresión de la miopía.

Pese a lo llamativo de los resultados, los autores insisten en que se trata de un estudio observacional. Es decir, no puede establecer una relación causa-efecto definitiva. Aun así, los datos representan la primera evidencia en humanos de que los omega-3 podrían ser un factor protector frente a la miopía infantil, como lo es restringir pantallas o recomendar que miren lejos al aire libre.

Alimentos ricos en omega 3 para la dieta

  • Pescados grasos (fuente principal) como el salmón, las sardinas, caballa, atún (especialmente fresco o en conserva al natural), arenque, trucha.
  • Mariscos, ostras, mejillones, camarones.
  • Semillas y frutos secos, como semillas de lino (linaza), semillas de chía, semillas de cáñamo y nueces.
  • Aceites vegetales, aceite de oliva, de linaza, aceite de soja, aceite de canola, aceite de nuez, etc.
  • Otros alimentos como huevos o algas marinas.

En definitiva, el estudio deja un mensaje claro: los padres podrían considerar la alimentación como una herramienta preventiva más e incluir pescados azules y fuentes de omega-3 en la dieta infantil. Además, estos alimentos tienen múltiples beneficios no solo para la vista, sino también para la salud cardiovascular y cognitiva.