Reproducción asistida

Analizamos los más de 40 años de existencia de la reproducción asistida de la mano del reputado doctor Jan Tesarik, director de Clínica MARGen

Echamos la vista atrás para conocer cómo ha evolucionado la medicina reproductiva desde su nacimiento y cuáles son los mayores retos a los que se enfrenta actualmente.

Esta rama de la medicina ha cumplido el sueño de incontables personas de ser padres
Esta rama de la medicina ha cumplido el sueño de incontables personas de ser padresPixabayPixabay

Hace más de 40 años que se produjo con éxito el primer tratamiento de fecundación in vitro. Dicho esto, queremos echar la vista atrás en esta rama de la medicina que ha dado la felicidad a muchísimos pacientes de infertilidad al haber conseguido cumplir su sueño de ser padres, y que ha dado pasos agigantados en su desarrollo gracias a notables médicos y científicos, como uno habitual de nuestras páginas, el doctor Jan Tesarik (director de Clínica MARGen), con 45 años en su carrera profesional. Por otro lado, el Dr. Tesarik ha sido pionero en muchos tratamientos que hoy en día son utilizados en todas las clínicas de fertilidad del mundo, y sus investigaciones han sido parte del gran progreso en las últimas décadas de la reproducción asistida.

1º Doctor Tesarik, ¿qué es lo que más destacaría de su carrera profesional hasta fundar, hace más de 30 años, Clínica MARGen junto a la también prestigiosa por sus logros profesionales la doctora Carmen Mendoza?

Ya antes de fundar Clínica MARGen tuve la suerte de descubrir algunas cosas completamente nuevas en la embriología humana, las cuales tienen un impacto en la evolución de esta disciplina hasta ahora. Quizás lo primero fue el descubrimiento del inicio tardío de la actividad génica de los embriones humanos en comparación con los de ratón, utilizados hasta entonces como un modelo animal universal. En el año 1986 publiqué junto a otros especialistas en fertilidad, en la prestigiosa revista científica británica Journal of Reproduction and Fertility, un estudio, «Activation of nucleolar and extranucleolar RNA synthesis and changes in the ribosomal content of human embryos developing in vitro» demostrando que el material genético del embrión humano empieza a ser activo plenamente desde el día 3 después de la fecundación, 2 días más tarde que el de los ratones. Este descubrimiento, confirmado posteriormente por varios otros centros de investigación, subraya la importancia del ovocito durante las primeras fases de la formación del embrión, ya que la información aportada por su citoplasma es absolutamente indispensable para el inicio del desarrollo de los embriones humanos, antes de que su propio material genético se despierte. Actualmente, esa información es también útil para trabajos con las células madre del origen embrionario.

En el año 1995, mientras trabajaba en el Hospital Americano de París, con la doctora Carmen Mendoza conseguimos el nacimiento de los primeros bebés del mundo concebidos sin espermatozoides, utilizando sus células precursoras (espermátides) en los hombres en los cuales la formación de espermatozoides no llegaba a su fin. Esta técnica, «Viable Embryos from Injection of Round Spermatids into Oocytes» fue publicada en la prestigiosa revista médica americana New England Journal of Medicine. Cuatro años más tarde, en 1998, un equipo dirigido por la doctora Mendoza y yo publicamos, «Restoration of fertility by in-vitro spermatogenesis», en la revista británica Lancet el nacimiento del primer bebé concebido en un caso del bloqueo de la evolución de espermatozoide aún más temprano, en el estadio de espermatocitos primarios.

Otros estudios que hemos realizado juntos la doctora Mendoza y yo antes de abrir Clínica MARGen trataban de varios aspectos de la regulación de la actividad de los espermatozoides, necesarios para la fecundación natural. Aún hoy estos resultados tienen su importancia para decidir si, en el cuadro de la reproducción asistida, es necesario acudir a una micromanipulación (ICSI) o si la fecundación in vitro convencional tiene una posibilidad de éxito. En los años 1990, simultáneamente con la fundación de la clínica MARGen, me he dedicado, junto con la doctora Carmen Mendoza, cofundadora de la clínica, a estudios enfocados en la evaluación temprana y no-invasiva de la vitalidad de embriones humanos. Simultáneamente estábamos evaluando las posibilidades de rejuvenecer los ovocitos de mujeres de edad avanzada por la transferencia de su material genético a los ovocitos de donantes jóvenes de los cuales su propio material genético había sido previamente retirado. Esta técnica, «Chemically and mechanically induced membrane fusion: non-activating methods for nuclear transfer in mature human oocytes», publicada en la revista científica británica Human Reproduction, está conocida actualmente como la de bebés de 3 padres, sigue siendo utilizada hoy día en varios países del mundo, aunque en España está prohibida, aunque muchos profesionales de reproducción asistida hemos hecho varias peticiones para que lo permitan.

Poco después, el equipo que formamos en la clínica alcanzó los primeros embriones del mundo obtenidos mediante la transferencia de los núcleos de células somáticas de la paciente a los ovocitos previamente enucleados de las donantes. Esta técnica, «Fertilizable oocytes reconstructed from patient's somatic cell nuclei and donor ooplasts», publicada en el año 2001 en la revista Reproductive Biomedicine Online, sigue siendo investigada en el mundo entero, aunque parece que necesita aún algunos años de investigación para garantizar su seguridad en la aplicación clínica humana.

2º Cuando fundó Clínica MARGen junto a la doctora Carmen Mendoza, ¿qué trabajos científicos continuó en la clínica y qué nuevos protocolos y tratamientos fue incorporando para que hoy en día sea reconocida como líder mundial en casos complejos de infertilidad?

En los primeros años de la década 2000, cuando la clínica MARGen pasó de estudios científicos a las aplicaciones clínicas, nos dedicábamos a una mejora farmacológica de la calidad de ovocitos de mujeres de más de 40 años, sin recurso a las técnicas de micromanipulación mencionadas arriba. En el año 2005, un equipo al que lideré publicó en la revista científica británica Human Reproduction el primer ensayo, «Improvement of delivery and live birth rates after ICSI in women aged >40 years by ovarian co-stimulation with growth hormone», controlado aleatorio, a nivel mundial, que demuestra que la administración de la hormona de crecimiento durante la estimulación ovárica aumenta la probabilidad del parto y del nacimiento de un bebé sano en mujeres de más de 40 años de edad. Más tarde, nuestro equipo demostró que, además de su efecto en las mujeres de más de 40 años, la hormona de crecimiento también mejora los resultados de la reproducción asistida en algunas mujeres jóvenes con una mala calidad de los ovocitos, sobre todo en las que sufren el síndrome de ovarios poliquísticos, además de aumentar la tasa de embarazo y parto en mujeres con problemas uterinos. En todos estos casos, el uso de antioxidantes potentes, administrados por vía oral, tales como la melatonina, la vitamina C y la coenzima Q10, aumenta la probabilidad del nacimiento de un bebé sano, sobre todo en las mujeres con sobrepeso o endometriosis. Sin embargo, la elección y la dosis de estos medicamentos deberían estar consultados en una clínica con bastante experiencia con este tipo de tratamiento para evitar efectos negativos de una eventual sobredosis. Nuestro equipo de la Clínica MARGen ha resumido estos descubrimientos en un artículo, «Towards Personalized Antioxidant Use in Female Infertility: Need for More Molecular and Clinical Studies», publicado en 2021 en una prestigiosa revista científica suiza, Biomedicines.

Los doctores Jan Tesarik, Carmen Mendoza y Raquel Mendoza Tesarik
Los doctores Jan Tesarik, Carmen Mendoza y Raquel Mendoza TesarikArchivo de Clínica MARGenClínica MARGen

Otras de mis investigaciones más recientes se relacionan con una disminución de las molestias relacionadas con la evaluación de la cavidad uterina de la mujeres. Convencionalmente, esta evaluación se suele realizar mediante una histeroscopia. Para realizar esta intervención es preciso introducir un dispositivo rígido portando un sistema óptico dentro de la cavidad uterina. Aunque en los últimos años estos dispositivos se han hecho más finos, siempre hay un riesgo de que la manipulación dentro de la cavidad uterina pueda provocar reacciones adversas del sistema inmunitario local, sobre todo en las mujeres con una predisposición. En 2015-2016, con mis colegas de la Clínica MAR&Gen hemos desarrollado una técnica de histeroscopia digital que consiste en la grabación de un vídeo mediante una sonda ecográfica especial introducida en la vagina. Las imágenes obtenidas son después procesadas por un programa informático para reconstruir imágenes tridimensionales de alta resolución. Esta nueva técnica, llamada histeroscopia digital, «Virtual ultrasonographic hysteroscopy followed by conventional operative hysteroscopy, enabling pregnancy», fue publicada en 2017 en la revista American Journal of Obstetrics & Gynecology. La histeroscopia digital evita cualquier contacto de sondas diagnósticas con el interior de la cavidad uterina. Con una técnica muy parecida, nosotros hemos elaborado una técnica de foliculoscopia digital que puede detectar la presencia de un ovocito dentro de los folículos ováricos, lo que permite evitar la punción de los folículos vacíos y los consecuentes costes inútiles por parte de las pacientes.

3º Y ahora, hablemos desde su punto de vista, ¿a qué mayores retos se enfrenta la reproducción asistida actualmente?

Debido a la evidente tendencia de posponer la maternidad, la reproducción asistida se enfrenta al reto de mejorar los resultados en mujeres de edad avanzada. Aparte de esto, se necesitan los tratamientos más eficaces para los hombres con la ausencia de espermatozoides en los testículos. Colaborando con médicos y científicos del mundo entero estamos trabajando en estos temas. Queremos, sobre todo, evitar la necesidad de recurrir a los ovocitos y los espermatozoides donados con el fin de asegurar la transmisión genética de los padres a su descendencia.

¿Cómo ve la medicina reproductiva en un futuro?

Mi idea y la de la Clínica MARGen (clinicamargen.com), que ahora dirijo junto a la doctora y embrióloga Raquel Mendoza Tesarik, consiste en la evolución de las técnicas para formar embriones, genéticamente idénticos con los padres, utilizando en caso de necesidad células somáticas maduras o células madre. Aún no sabemos cuáles de esas células serán más útiles para este fin. Últimamente, he hablado de este tema en un artículo, «Human artificial oocytes from patients’ somatic cells: past, present and future», publicado en la revista científica británica Reproduction and Fertility. El desarrollo de los úteros artificiales, a ser utilizado en casos de mujeres sin útero o en aquellas con el útero muy dañado, es otro desafío para la investigación científica.

Tras las palabras del doctor Tesarik, no hay duda de que la reproducción asistida en sus más de cuatro décadas de existencia ha dado pasos agigantados, y que esta rama de la medicina, que trata la infertilidad, algo reconocido como una enfermedad por la Organización Mundial de la Salud, aunque aún tiene importantes retos que superar, es esencial para la humanidad, ya que ha cumplido el sueño de incontables personas que de forma natural no hubieran podido ser padres nunca.