Cómo detectar una apendicitis grave como la de Isa Pantoja: primero le dijeron que eran gases

Isa Pantoja, hija de Isabel Pantoja, tuvo que ser operada de urgencia a causa de una apendicitis la semana pasada, después de que en el Hospital de Santa María del Puerto (Cádiz) le dijeran que sólo tenía gases. Como en su casa las molestias no cesaron, la hija de la tonadillera regresó al mismo centro hospitalario, donde finalmente fue ingresada y operada, el pasado jueves. A fecha de hoy todavía sigue ingresada. Aunque parezca sorpresivo, lo cierto es que es muy fácil confundir una apendicitis con gases y no es algo ajeno a la práctica clínica. Por eso, los primeros diagnósticos pueden ser erróneos.

El síntoma principal de ambos diagnósticos es el mismo: un dolor muy fuerte en el abdomen. Esto nos puede llevar a pensar que son gases, cuando en realidad se trata de una apendicitis, lo que puede retrasar el tratamiento y complicar gravemente su pronóstico. Debemos tener claro que una apendicitis puede acabar en una emergencia médica mortal. Según las guías clínicas sobre apendicitis, a las 16 horas de haberse iniciado el cuadro suele darse algún tipo de complicación en el 35% de los casos. Después de 32 horas, el 75% de las apendicitis son casos complicados.

En personas jóvenes, la perforación del apéndice se presenta entre las 24 y 36 horas de haberse iniciado el dolor. Si una apendicitis no se trata rápidamente, el apéndice puede romperse y propagar bacterias por el abdomen. Esto se llama peritonitis, y puede causar una infección mortal que requiere una intervención quirúrgica inmediata para extirpar el apéndice y limpiar la zona.

Así pues, debemos tener en cuenta una serie de claves para diferenciar los dolores que producen los gases de los que produce una apendicitis. De este modo, podremos determinar mejor cuándo debemos acudir al hospital y cuándo no, evitando acudir a la sala de urgencias por una acumulación de gases.

La mejor prueba para poder diferenciar entre apendicitis o gases es que, en el caso de estos últimos, el dolor remite al liberarlos. Podemos expulsarlos de forma natural o a través de la ingesta de medicamentos para eliminar las flatulencias de venta libre en farmacias. Si preferimos agotar la vía natural, mover el intestino puede ayudar. La opción más eficaz suele ser arrodillarse en el suelo y apoyar la frente en el suelo con los brazos estirados hacia delante. Algunos tipos de infusiones también pueden ayudar.

Síntomas de apendicitis

Por el contrario, puede tratarse de una apendicitis cuando el dolor es repentino y muy agudo, y empieza en el lado derecho de la parte inferior del abdomen. También puede darse primero cerca del ombligo y luego bajar al costado derecho. Lo normal es que esta molestia se sienta como un "calambre eléctrico" al principio. El dolor no desaparecerá hasta que se extirpe el apéndice a través de una cirugía.

Otros síntomas de la apendicitis suelen incluir náuseas, mareos y vómitos; fiebre baja; diarrea o constipación; distensión abdominal (sentimos el vientre hinchado y se distingue la hinchazón a la vista) y supresión del apetito.

Síntomas de gases

Los síntomas de gases puede diferenciarse ligeramente de las molestias por apendicitis. Lo primero que debemos tener en cuenta es que si se dan tras una comida larga y copiosa, lo más probable es que sean producto de molestias digestivas. Mascar chicle a menudo, tomar bebidas carbonatadas (refrescos con gas o cerveza) y fumar también suele ser las causas detrás de un ataque de gases.

Además, el dolor por gases puede sentirse de forma ligeramente distinta a las molestias por apendicitis. En el caso de las flatulencias, suelen notarse más como nudos en el estómago o se tiene la sensación de que el dolor se mueve por los intestinos y no está concentrado en una zona. Esta es la principal diferencia con la apendicitis y es la que más debemos tener en cuenta: si el dolor se siente en cualquier parte del abdomen (incluso en el pecho) son gases, pero si tiene a generar molestias en el lado derecho del abdomen puede ser apendicitis.

Otros síntomas de los gases suelen presentarse en forma de eructos, flatulencia, presión en el abdomen o en el pecho, hinchazón y distensión (un síntoma compartido con la apendicitis, que consiste en un aumento visible del tamaño de tu vientre). También podemos diferenciar los gases de la apendicitis porque éstos suelen desaparecer a los minutos o a las horas, generalmente, sin ningún tratamiento. Pero si los dolores persisten o se intensifican, es crucial acudir a urgencias.