
Sanidad
La competitividad de la tecnología sanitaria está en riesgo en España
El 21% de las empresas del sector sufrió pérdidas en 2023 y la subida de aranceles ya resiente los resultados

Ya sea en un centro de atención primaria o en una sala de hospital, basta con mirar alrededor para entender que la sanidad y la tecnología van de la mano para mejorar la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades. Es tan obvio que incluso puede pasar desapercibido.
«No podemos tener una sanidad del futuro con tecnología del pasado», advirtió Pablo Crespo, secretario general de la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria, Fenin, el pasado miércoles durante el Seminario de Periodistas 2025 celebrado en Toledo. En un contexto marcado por la cronicidad, por el envejecimiento y por los problemas de equidad, «solo una mayor inversión en tecnología sanitaria puede lograr mejores resultados en salud, supliendo la carencia de profesionales, agilizando los procesos y mejorando la eficiencia. La autonomía estratégica es clave para no depender de agentes externos y no sufrir por los vaivenes del contexto internacional», insistió Crespo.
Según datos de un exhaustivo informe elaborado para Fenin, el sector de la tecnología sanitaria aporta un valor añadido directo de 5.100 millones de euros a la economía española, a los que se suman otros 6.400 millones de euros de valor añadido indirecto, para un total de 11.600 millones de euros. «En concreto, cada euro empleado por esta industria en su actividad genera 1,27 euros adicionales al país», aseguró Crespo.

Sin embargo, la rentabilidad del sector muestra ciertas lagunas que no hay que pasar por alto: el sector de la tecnología sanitaria tuvo un sólido desempeño en 2023, con un 79% de las empresas obteniendo resultados positivos, pero esa cifra también esconde tras de sí que el 21% de ellas no obtuvo beneficios económicos. «Esto supone un problema de viabilidad que debe resolverse. Reclamamos la indexación de los contratos públicos, porque la industria no está pudiendo actualizar los precios y son costes adicionales que viene absorbiendo nuestro sector y que empieza a pasar factura. Eso pone en riesgo al sector y, en definitiva, puede poner en riesgo la salud de los ciudadanos», alertó Crespo.
Falta de voluntad política
Con un escenario internacional que resulta desconcertante ante la amenaza de nuevos aranceles, el secretario general de Fenin hizo hincapié en que «hace falta voluntad política para entender que necesitamos un marco normativo propio». El entorno tecnológico está en pleno cambio: IA, robótica, automatización, control remoto de pacientes, impresión 3D... «Pero para sacar el máximo partido a todos estos avances hace falta inversión y agilizar la llegada de estas nuevas herramientas que son capaces de mejorar la productividad de los profesionales y, por tanto, en mejorar la salud de los ciudadanos», aseguró Crespo.
Innovación y empleo
►El sector de la tecnología sanitaria confirma su liderazgo en innovación con cifras muy elocuentes: una inversión directa y anual en España de 264 millones de euros en I+D+i y 163 nuevas patentes de tecnologías sanitarias en Europa de origen español. Este dato supone un incremento del 14% de los registros de patentes en el último ejercicio, situándose en el segundo puesto en el ranking nacional de registros de patentes por sectores de actividad. Además, las empresas del sector generan más de 54.000 empleos directos (y cerca de 85.000 indirectos o inducidos), de los cuales el 96% son indefinidos y un 46% de ellos empleo femenino.
El caso de Castilla-La Mancha
La innovación en tecnología sanitaria es constante, de ahí que resulte una obligación estar a la última. Consciente de ello, Jesús Fernández Sanz, consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, aprovechó su participación en el Seminario de Periodistas impulsado por Fenin para hacer hincapié en el proceso de transformación acometido en el sistema sanitario manchego durante la última década. «Hemos invertido más de 500 millones de euros en tecnología sanitaria. Con ello hemos renovado todos los TACs, hemos instalado equipos de resonancia magnética en todos los hospitales de Castilla-La Mancha, hemos llevado a cabo la renovación de ecógrafos y la renovación de siete salas de hemodinámica y vamos a poner en marcha los servicios de Medicina Nuclear y de Radioterapia en las cinco provincias», confirmó en su encuentro. Y aunque pueda parecer algo sencillo, lo cierto es que esta renovación es más meritoria, si cabe, al tener en cuenta que en 2015 esta comunidad era la que presentaba mayor obsolescencia tecnológica en la comparativa nacional. «Estamos en nuestro mejor momento», confesó Fernández Sanz.
No hay más que darse un paseo por el Hospital de Parapléjicos de Toledo para entender que toda esa innovación salva vidas y las mejora a gran velocidad, pues este centro es un referente nacional gracias a un innovador equipamiento en rehabilitación robotizada, exoesqueletos y biomecánica, entre otras cuestiones. «Aquí la innovación y la incorporación de nuevas tecnologías es un eje esencial. Aplicar tecnología avanzada permite optimizar los procesos de rehabilitación, personalizar los tratamientos y mejorar la experiencia y la calidad de vida de los pacientes, garantizando una atención de vanguardia que integra ciencia, cuidado y humanización», aseguró su directora gerente, Mónica Alcobendas.
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