Alimentación saludable
Cuando las cerezas no son una opción: quiénes deben evitarlas
Las cerezas son frutas nutritivas que brindan muchos beneficios para la salud. Sin embargo, hay algunas personas que no deberían consumirlas
Las cerezas son frutas extraordinariamente nutritivas que brindan numerosos beneficios para la salud. Son una excelente fuente de diversas vitaminas, incluyendo A, B1, B2, B3, B6, B9, C y E, las cuales son esenciales para nuestro organismo y cumplen múltiples funciones, desde fortalecer nuestro sistema inmunológico hasta ayudar a mantener nuestra piel y ojos saludables.
Además de su valor nutricional, las cerezas, gracias a sus azúcares naturales, proporcionan una fuente saludable y sostenible de energía. A pesar de su dulzura, poseen un bajo valor calórico, convirtiéndolas en un snack saludable que ayuda a mantener un peso adecuado. Esto es especialmente beneficioso para las personas con diabetes, ya que su dulzura natural ofrece una alternativa más saludable a los alimentos y bebidas azucarados.
Otro de los grandes beneficios que ofrecen las cerezas es su alto contenido de antioxidantes, en particular las antocianinas. Estos antioxidantes son sustancias que ayudan a proteger nuestras células contra daños. Las antocianinas, que proporcionan a las cerezas su color rojo vibrante, han demostrado tener efectos saludables potentes para el corazón.
Finalmente, las cerezas pueden contribuir a mejorar la calidad del sueño. Contienen melatonina, una hormona que regula nuestros ciclos de sueño y vigilia. Por lo tanto, el consumo de cerezas puede ayudar a aumentar tus niveles de melatonina y promover un sueño de mejor calidad. Sin embargo, existen ciertas personas que, por diversas razones, deberían evitar comer cerezas:
Alérgicos a la proteína LTP
Las cerezas, al igual que otras frutas de la familia de las rosáceas, contienen una proteína llamada LTP (proteínas transportadoras de lípidos). Esta proteína defensiva, que se encuentra en la piel y cáscara de estos alimentos, puede causar una reacción alérgica en algunas personas, que puede variar desde un leve prurito oral hasta un shock anafiláctico.
Además, la alergenicidad de la LTP persiste incluso después de cocinar o procesar los alimentos, lo que significa que las personas alérgicas a la LTP pueden reaccionar no solo a las cerezas frescas, sino también a productos procesados que contengan cerezas.
Los síntomas de una alergia a LTP pueden ser picazón, hinchazón, dificultades respiratorias y en casos extremos, shock anafiláctico. Si observa estos síntomas al comer cerezas, podría tener alergia a la proteína LTP y es recomendable evitarlas. Lo mejor es consultar con un alergólogo para evitar problemas en el futuro.
Alérgicos a la proteína LTP
El hígado y los riñones son responsables de regular los niveles de este potasio en el cuerpo. Las cerezas, aunque son frutas muy saludables, contienen altas cantidades de potasio. Si las personas con insuficiencia hepática o renal las consumen en grandes cantidades, podrían conducir a niveles peligrosamente altos de potasio en la sangre, una condición conocida como hiperpotasemia, que puede provocar graves complicaciones de salud. Por lo tanto, si usted padece de insuficiencia hepática o renal, es aconsejable limitar su consumo de cerezas y otros alimentos ricos en potasio para mantener un equilibrio saludable de minerales en su cuerpo y evitar complicaciones.
Problemas digestivos
Las cerezas contienen sorbitol, un compuesto que puede ocasionar malestar estomacal y diarrea si se consume en exceso. Si tiene un sistema digestivo sensible, las cerezas podrían no ser la mejor opción para usted. Además, las personas con alergia al látex pueden reaccionar a las cerezas, ya que contienen proteínas que se asemejan a las del látex.
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