Innovación

Desarrollan un estimulador de los músculos respiratorios que puede evitar la atrofia en la UCI

Los contrae de forma no invasiva y sincronizada a la ventilación mecánica

Laura Lizama, ingeniera biomédica y cofundadora de Heecap, ha creado un sistema que estimula la musculatura respiratoria junto a su socia Sofia Ferreira
Laura Lizama, ingeniera biomédica y cofundadora de HeecapCedida por HeecapLA RAZÓN

Estar conectado a la ventilación mecánica puede hacer que el paciente de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) sufra después debilidad muscular respiratoria. De hecho, es bastante frecuente a partir de las 24 horas, según la literatura científica. De ahí la importancia de la rehabilitación temprana. Sin embargo, dos ingenieras españolas y un médico intensivista podrían haber encontrado la solución para prevenir la atrofia muscular respiratoria al desarrollar un dispositivo de estimulación eléctrica no invasivo.

«Lo que hace Hecaap es mandar impulsos eléctricos a través de unos cables que van a los electrodos situados en las zonas del tórax abdomen para estimular el diafragma, los músculos intercostales y los abdominales del paciente. Y unas de las cosas más interesantes es que contiene un software que hemos hecho nosotros que controla cómo y cuándo se da esta estimulación para que sea de forma sincronizada a la respiración del paciente intubado. Eso es importante para no generar asincronías. Así la estimulación funciona al mismo ritmo respiratorio que el sistema de ventilación mecánica, de modo que cuando mete aire al paciente, Heecap estimula la musculatura inspiratoria, el diafragma», explica a este suplemento Laura Lizama, ingeniera biomédica y cofundadora de Heecap, junto a su socia Sofía Ferreira, ingeniera industrial, a la que conoció en un posgrado en 2020.

Es decir, generar el movimiento más parecido al que haría el organismo al respirar en circunstancias normales. «Cuando llega la corriente eléctrica a los músculos del paciente, se genera la contracción de las fibras musculares y todo ello de modo no invasivo», detalla, algo crucial, ya que los pacientes de UCI ya están de por sí muy críticos.

«Esta estrategia de tratamiento funciona desde las primeras 24 horas de la ventilación mecánica hasta que el paciente es extubado, de modo que podríamos prevenir la atrofia muscular respiratoria o esa es nuestra idea, confirmar que gracias a este sistema podemos evitar dicha atrofia», afirma Lizama. Y se pone 24 horas después de que el paciente esté en ventilación mecánica siempre y cuando esté clínicamente estable.

La idea es que el paciente pueda recuperar la autonomía respiratoria cuanto antes gracias a mantener la fuerza para respirar todo lo que sea posible. Esto permitiría que el paciente estuviera menos días en ventilación mecánica y en UCI.

«Buscamos que mantenga la fuerza para respirar todo lo posible, que no la pierda, y si la ha perdido que se pueda recuperar antes. Es decir, es un sistema tanto de prevención como de tratamiento», precisa la ingeniera biomédica de Heecap, compañía en la que el doctor Oriol Roca es director clínico.

Idea innovadora

Una idea innovadora que les ha valido diferentes premios, entre ellos el del programa Women TechEU, un proyecto que apoya la innovación desarrollada por mujeres europeas y que promueve en España EIT Health, dotado de 75.000 euros y que les permite lograr una visibilidad a nivel europeo que hasta ahora no habían tenido. «Esta ayuda recibida en septiembre de 2024 nos permitirá trabajar en el proyecto hasta abril de 2025», explica.

Una ayuda que se suma a los 100.000 euros de Caixaimpuls validate para iniciar su start-up en 2021, gracias al cual crearon un prototipo funcional. Ahora, la Agencia Española del Medicamento (Aemps) ha autorizado validarlo con 40 pacientes en el Hospital Parc Taulí, en Sabadell. Un ensayo clínico piloto en el que están precisamente en este momento (desde hace aproximadamente un mes) para confirmar primero su seguridad, y segundo que su algoritmo de sincronización funciona de manera precisa.

En 2023-2024 Lizama y Ferreira recibieron también más financiación de un ''business angels'' y de un fondo de capital de riesgo para desarrollar el siguiente dispositivo, que va a ser comerciable en caso de que se compruebe que cumple con la idea de partida. Todo ello les ha permitido que ahora sean cuatro personas en nómina y tres más externas.

Y si se comprueba la seguridad del sistema con el estudio clínico piloto, empezarán a finales de 2025 con el ensayo pivotal para comprobar la eficacia del mismo con 80-100 pacientes.

Si también logran este paso, para finales de 2026 esperan solicitar el marcaje CE para poder empezar a comercializarlo. A priori irá destinado a las UCIs de hospitales, pero para más adelante, la idea es explorar si también se puede utilizar para la rehabilitación respiratoria de pacientes con Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), fibrosis quística o trasplante pulmonar.