Alimentación

Esta es la mejor manera de guardar y cocinar los huevos para aprovechar toda su vitamina D

¿En la nevera o fuera? ¿revuetos, pochados, duros o escalfados? Una investigación británica desvela los beneficios -o su carencia- dependiendo de la forma de preparalos

Comer huevos vegetales es posible | Fuente: Pexels / Pixabay
Comer huevos vegetales es posible | Fuente: Pexels / PixabayLa Razón

Sin duda alguna, el huevo es una de las comidas más versátiles de la gastronomía. Este alimento ha sido consumido desde la antigüedad por ser una gran fuente de proteínas y nutrientes esenciales. Aunque también contienen altas cantidades de colesterol, este no parece elevar los niveles de colesterol como lo hacen otros alimentos, como pueden ser las grasas trans y las saturadas. Además, previene enfermedades de la vista como degeneración macular y cataratas; favorece el desarrollo del cerebro; previene la enfermedad cardiovascular; promueve el embarazo por su alto contenido en ácido fólico y disminuye las posibles patologías o malformaciones en el embrión; promueve la formación de masa muscular y estimula el crecimiento en niños; aumenta la salud del pelo y las uñas; es un gran protector hepático; incluso, reduce la incidencia del cáncer de mama.

El huevo es un alimento de elevado valor nutritivo, y con un aporte de energía no muy elevado -unas 84 Kcal/unidad un huevo de tamaño medio-. Además, es uno de los pocos alimentos que contienen vitamina Dde forma natural, lo que le convierte en uno productos más que recomendable en invierno, que es cuando las posibilidades de obtenerla de la luz solar se reducen. Se sabe que la vitamina D ayuda a mantener sanos nuestros huesos, dientes y músculos, además de ser importante para una inmunidad fuerte. Algunas investigaciones también sugieren que las personas con niveles bajos de vitamina D tienen un mayor riesgo de desarrollar trastorno afectivo estacional (TAE), que es especialmente común durante los meses de invierno.

Dadas las carencias de luz solar que tienen en países como Reino Unido, donde la carencia de vitamina D alcanza al 50% de la población, han sido investigadores de la Universidad de Newcastle los que han realizado un estudio con el que objetivo de saber cual es el mejor modo de almacenar y cocinar los huevos para sacar el máxim partido a su aporte nutricional.

Lo primero que se plantearon fue dónde era mejor guardarlos, ya que es común que se guarden en la nevera. Sin embargo, descubrieron que colocarlos en la encimera a temperatura ambiente era lo idóneo si se quería conservar su aporte de'vitamina del sol'. "Descubrimos que si quieres retener más vitamina D en tus huevos, entonces es mejor mantenerlos fuera del refrigerador a temperatura ambiente, como por ejemplo, como en la encimera de la cocina", señala Tom Hill, profesor de Nutrición en la Universidad de Newcastle, quien dirigió el estudio.

Por otro lado, investigaron cinco formas diferentes de cocinarlos: revueltos, escalfados, cocidos, pochados y fritos. Se sabe que cocinar los alimentos reduce la cantidad de nutrientes. Pero también se ha demostrado que, en los tiempos de cocción cortos, incluso a altas temperaturas, se retienen más nutrientes comparado con unos tiempos más largos. Por ejemplo, hornear un huevo durante 40 minutos, pueden hacer que pierda hasta un 61% de su vitamina D. Los científicos observaron que la mejor forma de cocinarlos era revueltos, seguida de escalfados (en microondas), pochados, duros y, por último, fritos.

Después de almacenarlos y cocinarlos con el método bajo prueba, se liofilizaron lotes de huevos y se analizó su contenido en vitamina D3 y 25-hidroxivitamina D3. Los científicos utilizaron la retención real para medir la proporción de vitamina D que quedaba en los alimentos cocinados en relación con la vitamina D originalmente presente en un peso determinado del alimento antes de cocinarlo. Descubrieron que oscilaba entre el 78% y el 109%. Al comparar los huevos enriquecidos con los huevos normales (no enriquecidos),se encontró que la vitamina D era entre un 22 y un 132% más alta, dependiendo del método de cocción aplicado.

"Nuestros estudios anteriores habían demostrado cómo podemos enriquecer con éxito los huevos con vitamina D a través de la dieta de las gallinas, lo que podría ser una valiosa fuente de alimento para ayudar a abordar el problema generalizado de la deficiencia en el Reino Unido. Así que ahora sabemos que no es solo la dieta que reciben las gallinas lo que puede aumentar significativamente la cantidad de vitamina D en el huevo, sino también de la forma en que los cocinas lo que influye en la cantidad que vas a consumir", explicó Hill.

El investigador, que ha publicado su trabajo en la revista Foods, destacó que el estudio está demostrando los beneficios de trabajar con la industria a largo plazo para desarrollar soluciones alimentarias reales que aborden las deficiencias de nutrientes en la población del Reino Unido, una cuestión que es motivo de gran preocupación por parte de las autoridades sanitarias del país. "Esto es particularmente relevante mientras esperamos los resultados de una convocatoria gubernamental de evidencia en 2022, destinada a informar las políticas para mejorar el estado de vitamina D de la población del Reino Unido", afirmó Hill.