Cerebro
Estos son los hábitos que más afectan a la memoria a partir de los 50 años
A medida que envejecemos, el funcionamiento del cerebro se deteriora, pero existen hábitos que pueden acelerar este proceso
La pérdida de memoria es una preocupación médica común, particularmente entre la población de edad avanzada. Para muchos, el inicio de la pérdida de memoria puede ser aterrador, ya que a menudo se percibe como la primera señal de Alzheimer u otras formas de demencia. Sin embargo, este no es siempre el caso; la pérdida de memoria es una experiencia universal que puede ocurrir sin ninguna conexión directa con la demencia.
Es un hecho que, a medida que envejecemos, el funcionamiento de nuestro cerebro se deteriora. Puede resultar más difícil aprender cosas nuevas, recordar ciertos detalles o incluso podemos comenzar a experimentar pequeños olvidos, como olvidar dónde dejamos los anteojos. Aunque esto es natural y no necesariamente una indicación de una enfermedad grave como el Alzheimer, no significa que debamos ignorarlo.
Diversos estudios científicos han concluido que existen ciertos hábitos y circunstancias que pueden acelerar la pérdida de memoria. Por lo tanto, es prudente hacer todo lo posible para evitarlos:
La triada de la salud
Estamos cansados de oír que dieta, descanso y ejercicio son la base para una vida saludable. Pero que lo hayamos un millón de veces no significa que sea menos cierto. La falencia de cualquiera de estos elementos influye negativamente en todos los aspectos de nuestra salud, también en nuestra memoria.
El sueño de calidad es esencial para el rendimiento cognitivo y especialmente para la memoria. Durante el sueño, el cerebro procesa y consolida recuerdos y aprendizajes. Una disminución en la cantidad y calidad del sueño, especialmente entre los 40 y 50 años, puede afectar la capacidad del cerebro para formar recuerdos y retener aprendizajes. La falta de sueño puede ser contrarrestada buscando sus causas y aplicando soluciones.
La dieta también juega un papel crucial en el mantenimiento de la memoria. El cerebro necesita una alimentación adecuada para funcionar correctamente. La falta de ciertas vitaminas y minerales, como el Omega 3, la Vitamina B, los antioxidantes, la Vitamina K o el Triptófano, puede causar deterioro cognitivo. Por lo tanto, se debe seguir una dieta equilibrada y saludable que incluya alimentos como las manzanas, que han demostrado ser eficaces para fortalecer la memoria.
Finalmente, el ejercicio físico es esencial para mantener activo el cerebro y promover un buen rendimiento cognitivo. No solo las actividades intelectuales como la lectura o los juegos de agilidad mental son beneficiosas, sino también una buena dosis de ejercicio físico. La actividad física mejora el flujo sanguíneo en el cerebro, lo que contribuye a su salud general y a la capacidad de formar y retener recuerdos.
Medicamentos y otras drogas
Algunos medicamentos, como algunos ansiolíticos, por ejemplo, pueden tener un efecto directo en nuestras capacidades mentales, por lo que es aconsejable no solo leer el prospecto, sino también consultar al profesional de la salud que nos lo ha recetado. Con su asesoramiento, podremos descubrir si existe algún sustituto adecuado para nosotros, que no incluya estas contraindicaciones.
Además de aquellos fármacos, legales o ilegales, cuya composición y formulación pueden atacar directamente a la memoria, también hay que mencionar que el consumo excesivo e irresponsable de cualquier medicamento, químico o droga, puede generar algunas alteraciones morfológicas permanentes en la estructura del cerebro, como la pérdida de volumen en algunas zonas, disminución del tamaño de las neuronas, pérdida de materia gris, etc.
Vivir estresado
El estrés tiene un impacto significativo y devastador en la memoria humana, especialmente en la memoria espacial. Si el estrés se convierte en un problema crónico, las consecuencias pueden ser aún más graves y duraderas. La pérdida de memoria asociada al estrés se debe al aumento en la producción de la hormona cortisol cuando experimentamos estrés. Este neuroquímico puede alterar la estructura del cerebro, reduciendo el número de conexiones entre las neuronas y aumentando la presencia de sustancia blanca. Esto, a su vez, reduce la cantidad de neuronas en el cerebro.
La depresión
La depresión es un trastorno psicológico serio que afecta negativamente cómo las personas sienten, piensan y actúan. Además, las personas con depresión tienden a tener menos actividad en el lóbulo frontal y en las cortezas parietal y temporal superior del cerebro. También pueden experimentar alteraciones en el funcionamiento del centro de control emocional y de la amígdala cerebral, así como un aumento en la producción de ciertos neuroquímicos, como el cortisol o la dopamina, que pueden alterar las funciones del cerebro.
A veces puede parecer que no hay mucho que hacer ante episodios depresivos. Sin embargo, existen investigaciones que sugieren que socializar puede ser clave para prevenir la depresión. Respecto a sus efectos en la memoria, estos pueden ser reversibles siempre y cuando se trate la depresión de manera oportuna. Por esto, es importante consultar a un profesional de la salud.
Traumatismos craneoencefálicos
Es importante tener en cuenta que ciertos deportes como boxeo, artes marciales mixtas o rugby, pueden conllevar a problemas cognitivos graves. Esto se debe a que los traumas repetitivos en la cabeza pueden afectar el funcionamiento del cerebro, incluyendo la memoria. Por ello, es esencial considerar estos riesgos antes de practicar estos deportes y exponernos a estos tipos de traumatismos.
Enfermedades e infecciones
Existen ciertas enfermedades físicas, como la tiroides hipoactiva o hiperactiva, e infecciones como el VIH, el herpes o la tuberculosis, que pueden tener un impacto directo en nuestro cerebro. Por lo tanto, es crucial buscar consejo de un profesional de la salud sobre las posibles prácticas o actividades que podemos implementar para mitigar la pérdida de memoria asociada a estas condiciones.
✕
Accede a tu cuenta para comentar